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Un año después de su megaconfinamiento, India sufre retraso en vacunaciones y aumentan contagios

Un año después de imponer el confinamiento más duro del mundo para luchar contra el COVID-19, India quiere acelerar la vacunación de sus 1.300 millones de habitantes mientras registra un aumento de contagios que amenaza con minar los esfuerzos realizados para superar al virus.  

El primer ministro, Narendra Modi, anunció en marzo de 2020 el confinamiento total del país para «salvar a sus ciudadanos» del coronavirus, pero esto empujó a las carreteras a millones de trabajadores pobres que, tras perder sus empleos de la noche a la mañana, abandonaron las grandes ciudades para regresar al campo, inclusive a pie, encontrando muchos la muerte en el camino.  

El segundo país más poblado del mundo ha registrado más de 11,7 millones de casos de COVID-19 y más de 160.000 muertes, convirtendose en el tercer país más afectado por detrás de Estados Unidos y Brasil.

Aún así, las autoridades se han mostrado optimistas respecto a su capacidad para combatir eficazmente al coronavirus, subrayando la baja tasa de mortalidad registrada en el país.

El mayor fabricante de vacunas del mundo ha lanzado una campaña ambiciosa para inocular a 300 millones de personas para finales de julio, pero lleva un gran retraso, con solamente 50 millones de personas vacunadas hasta la fecha.  

Además, un aumento a más de 40.000 nuevos contagios diarios amenaza al progreso alcanzado, puesto que esta tasa se había reducido a menos de 9.000 a comienzos de febrero, tras el pico de 100.000 diarios en septiembre.

Las restricciones se han flexibilizado gradualmente y la economía se reactiva.  

Pero, el estado occidental de Maharashtra, donde se encuentra la capital financiera, Bombay, está nuevamente muy afectado y se vio obligado a imponer confinamientos localizados y pruebas obligatorias en áreas con mucha movilidad.

(24/03/2021)