Dmitri Peskov, vocero del gobierno del mandatario ruso Vladimir Putin, justifico este sábado 27 de marzo la privación de sueño a la que es sometido el líder de oposición Alexéi Navalny durante su encarcelamiento en Rusia, según informes de la AFP.
La declaración fue realizada por el vocero debido a que Navalny denunció el jueves 25 de marzo que era «torturado» con privación de sueño, asegurando ser despertado «ocho veces por noche» por sus carceleros.
La privación de sueño es considerada una forma de tortura psicológica y fue prohibida en 1984, según el portal noticioso Reuters.
Enfrentado a estas declaraciones, Peskov comparó aquella situación con situaciones «mucho más duras» para ciudadanos rusos recluidos en prisiones extrajeras por motivos «ilegales».
«Hay diversos ejemplos de disciplina en cáceles de otros países a menudo relacionados con un trato mucho más crudo e inhumano», dijo a Reuters el portavoz.
FALTA DE ATENCIÓN MÉDICA
Navalny, cuyos familiares dicen temer por su salud, también afirmó el viernes 26 de marzo que sufre de un nervio comprimido en la espalda y corre el riesgo de perder la movilidad de su pierna derecha por falta de atención médica.
«Al parecer, tengo un nervio comprimido porque me he estado sentando todo el tiempo, acurrucado» en furgonetas policiales y en celdas, afirmó el activista anticorrupción, encarcelado desde enero y que pasó el mes de febrero de centros de detención en salas de tribunal.
«Me duele mucho la espalda, sin poder doblarme ni levantarme», añadió el opositor de 44 años en Instagram.
Condenado a principios de febrero a dos años y medio de detención, Navalni asegura haber minimizado en primer lugar el problema pensando que se le iba a curar. «Pero no me tratan» desde el traslado a la colonia penal a finales de febrero, afirma.
Según él, hasta ahora sólo le han dado pastillas antiinflamatorias.
Alexéi Navalny afirma que tiene problemas para levantarse, ya que «algunas zonas» de su pierna derecha han perdido sensibilidad y teme perderla.
Su abogada, Olga Mijaílova, dijo el jueves que sufría «fuertes dolores» en la espalda y en la pierna y que temía por «la vida y la salud» del opositor.