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Treinta años en el poder y un nuevo mandato a la vista para presidente de Chad, Idriss Déby

 El presidente Idriss Déby Itno, en el poder en Chad desde hace 30 años, está seguro de obtener el domingo una victoria electoral que le abra las puertas a un sexto mandato, ya que frente a él no tiene rivales de peso, después de que los únicos opositores que amenazaban con hacerle sombra fueron apartados del camino, a veces violentamente.

Para convencerse de ello basta recorrer las calles de Yamena, donde la mayoría de los habitantes parecen desinteresarse de unas elecciones «ya decididas», y tratan más bien de sobrevivir, entre dos cortes de electricidad y de agua, a menudo durante varios días seguidos  La capital está literalmente cubierta de carteles de «IDI», su partido y sus múltiples movimientos satélites. En cambio, hay que transitar muchos minutos más para ver algunos carteles más pequeños de sus rivales.

Desde hace meses, el régimen prohíbe sistemáticamente las «marchas pacíficas por una alternativa» que intentan organizar cada sábado los partidos de oposición más radical. Y la temible policía antidisturbios, la GMIP, dispersa manu militari cada intento de manifestación, que congrega a no más de algunas decenas de convencidos o temerarios.

Human Rights Watch (HRW) acusó el jueves a las fuerzas de seguridad de librarse a una «implacable represión». y a principios de marzo, el secretario general de la ONU Antonio Guterres lamentó «el uso de la violencia» contra la oposición en Chad.

Pero nada de esto turba al mariscal Déby , que hace campaña sobre la «paz y la seguridad» de las que asegura ser el artífice, no solo en su país sino en toda una región atormentada: Chad, enclavado entre Libia, Sudán y República Centroafricana entre otros países, es un contribuyente de peso en la guerra contra los yihadistas en el Sahel, al enviar aguerridas tropas hasta Malí y, a veces, a Nigeria.

(09/04/2021)