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Lasso, claves y retos de la victoria del anticorreísmo en Ecuador

Lasso venía de perder en la primera vuelta de 2021 con una diferencia de casi 13 puntos frente a Arauz, hasta entonces un exconsejero económico desconocido para la mayoría.

/ 12 de abril de 2021 / 19:14

La victoria del exbanquero Guillermo Lasso en Ecuador supone un duro castigo al expresidente Rafael Correa antes que una «carta en blanco» para que la derecha salve a un país dividido y en crisis por la pandemia, según analistas.

Lasso, de 65 años, una anticorreísta que se sobrepuso a dos derrotas previas frente a la izquierda, se llevó la victoria en el duelo final con Andrés Arauz, 29 años menor y delfín de Correa. El novel candidato (36) concedió la derrota antes de que concluyera el escrutinio, que marca una tendencia irreversible a favor de su rival (52,5% contra 47,4%).

«Empieza una nueva etapa para Ecuador», proclamó Lasso este lunes.

A continuación las claves y desafíos de su triunfo tras las derrotas que le propinó la izquierda en 2013 y 2017.

El anticorreísmo

Lasso venía de perder en la primera vuelta de 2021 con una diferencia de casi 13 puntos frente a Arauz, hasta entonces un exconsejero económico desconocido para la mayoría.

Casi que se metió al balotaje por la ventana gracias a su mínima ventaja sobre el indígena ambientalista Yaku Pérez, quien alegó el supuesto robo de sus votos.

Pese al desgaste que le dejó esa pugna, aglutinó al anticorreísmo bajo las banderas de una derecha que estaba de capa caída incluso antes de la aparición del llamado socialismo del siglo XXI liderado por Correa.

«Ganó la candidatura que logró conectar con ese votante desencantado del correísmo y desencantado en general de la política», señala Wendy Reyes, consultora política y catedrática de la Universidad de Washington.

Para el politólogo Esteban Nichols, pesó más la antipatía hacia el exmandatario que las propuestas o el carisma de Lasso. En una década de gobierno (2007-2017), Correa modernizó Ecuador con los recursos de la bonanza petrolera pero a costa, según sus críticos, de despilfarro y corrupción y un estilo autoritario.

Correa no dio tregua ni a los partidos tradicionales, ni a los ambientalistas que tildaba de infantiles, como tampoco a la prensa. Solía referirse a sus adversarios como corruptos.

«La aversión pesa mucho más que la simpatía y la aversión a Correa era mucho más fuerte», comenta Nichols, de la Universidad Andina Simón Bolívar.

Margen recortado

El presidente electo tendrá «un margen muy estrecho de acción», pues su partido tendrá una representación mínima en el legislativo, sostiene Nichols.

Tendrá que negociar con Pachakutik, el partido indígena que quedó segundo en las legislativas celebradas en febrero por detrás de Unión por la Esperanza (Unes), el movimiento de Arauz. El futuro presidente no contó con el apoyo unánime de los indígenas, que se dividieron entre el voto nulo y el respaldo al delfín de Arauz y Lasso.

El conservador llega a gobernar a un país dividido y lastimado por la crisis sanitaria y económica que desencadenó la pandemia, que dejó más de 17.000 muertos en poco más de un año.

En Ecuador «hay una crisis de gobernanza que se profundizó en el gobierno de Moreno; hay una crisis económica y hay una crisis sanitaria y esto implica retos muy grandes», afirma la analista Reyes.

Lasso, coinciden analistas, no recibe precisamente una carta en blanco para los próximos cuatro años.

El voto nulo, que promovió Yaku Pérez, también cobró protagonismo al alcanzar el 16%, superando el techo histórico de 11%.

Ese porcentaje del nulo es «un poco mentiroso. Creo que incluso hay bastante más gente que no se sentía identificada con ninguno de los dos candidatos y que a última hora se vio obligada a escoger uno», opina el politólogo Paolo Moncagatta, de la Universidad San Francisco de Quito.

El declive de Correa

El exbanquero sucederá al impopular Lenín Moreno, quien se trenzó en una feroz disputa con Correa apenas alcanzó el poder con su apoyo en 2017.

Moreno, quien fue vicepresidente de Correa, derrotó a Lasso por la mínima, en lo que parecía un triunfo que daba continuidad a la izquierda socialista.

Pero ya en el gobierno, se alineó con otras fuerzas e incluso contó con el respaldo del exbanquero para hundir mediante referendo la reelección presidencial indefinida que había promovido Correa.

Con Lasso, Ecuador pasará de la «transición» a «un giro importante hacia la derecha en términos de apertura a los mercados, consolidar relaciones con los multilaterales», estima Moncagatta.

El cambio de ruta y la derrota electoral amenazan seriamente el futuro de la izquierda nacionalista que pregona su líder. Condenado en ausencia por corrupción, Correa ha evitado la cárcel estando en Bélgica, donde se instaló apenas terminó sus diez años de mandato y antes de que los jueces lo procesaran en una causa que el desconoce por su supuesto sesgo político.

Sin Arauz en el poder, «Correa se puede ir olvidando de volver al país en los próximos cuatro años, por lo menos, y eso le significará otro golpe sustancial al correísmo», señala Moncagatta. «Lo que no se divisa es líderes importantes que puedan agrupar, aglutinar al correísmo», añade.

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Lasso anuncia ‘un verdadero cambio’ para Ecuador tras era correísta

El líder de la derecha, de 65 años, consolida su victoria sobre Andrés Arauz, delfín de Correa, cuando el escrutinio de la segunda vuelta del domingo se acerca al 100%.

/ 12 de abril de 2021 / 16:22

El presidente electo y exbanquero Guillermo Lasso anunció este lunes un «verdadero cambio» en Ecuador, tras poner fin a una era de la izquierda en el poder marcada por la figura hoy derrotada del exmandatario socialista Rafael Correa.

El líder de la derecha, de 65 años, consolida su victoria sobre Andrés Arauz, delfín de Correa, cuando el escrutinio de la segunda vuelta del domingo se acerca al 100%.

Conservador del Opus Dei, Lasso obtiene el 52,5% de los apoyos frente al 47,4% de su rival, con el 97% de los votos computados, según el Consejo Nacional Electoral (CNE). El voto nulo impulsado por los indígenas alcanza un 16%, un avance importante con respecto al 9,5% de la primera vuelta y del 7% que sumó en las presidenciales de 2017.

«Empieza una nueva etapa para Ecuador, en la que todas y todos podamos vivir mejor. Ganaron la democracia, la libertad y las familias ecuatorianas», escribió Lasso en Twitter.

El exbanquero, quien logró aglutinar el voto anticorreísta bajo las banderas de la derecha, se proclamó el domingo gobernante electo casi al mismo tiempo que Arauz aceptaba su derrota.

A pesar de las restricciones por la pandemia, hubo estallidos de júbilo en Quito y Guayaquil. Caravanas motorizadas recorrieron las calles haciendo sonar las bocinas y agitando la bandera de Ecuador.

El pequeño país petrolero recibió sin protestas el triunfo de Lasso al término de una campaña áspera que giró en torno a Correa, quien pese a estar fuera de Ecuador y con el gobierno en contra, logró meter en segunda vuelta a su joven y desconocido delfín de 36 años.

El exmandatario, que se instaló en Bélgica una vez terminado su mandato (2007-2017), aceptó que erró en sus «proyecciones», le deseó éxito al nuevo gobierno y le pidió que cese «el lawfare», la persecución política de la que se siente víctima tras ser condenado en ausencia por corrupción.

Lasso tomó revancha de las derrotas que le propinó la izquierda socialista en 2013 y 2017.

«Trabajaremos juntos desde ya por el verdadero cambio. Hoy amanecemos en paz y con la certeza de que vienen mejores días para todos. Seré el Presidente de los 17 millones de ecuatorianos», dijo Lasso también en Twitter.

Bajo presión

Después de su discurso de victoria, ofrecido la víspera en Guayaquil, de donde es oriundo y núcleo económico del país, Lasso se activó en redes para agradecer los saludos a su triunfo que vinieron de Chile, Colombia, Brasil, España, la Casa Blanca, el FMI y la Unión Europea, entre otros.

El presidente electo asumirá las riendas de un país en crisis a partir del 24 de mayo. Sucederá al impopular Lenín Moreno, quien rompió con Correa apenas subió al poder hace cuatro años. Lasso deberá ocuparse particularmente del desastre económico que deja el covid-19.

Con más de 17.000 muertos en poco más de un año de pandemia, Ecuador registró en 2020 una caída del PIB del 7,8% y además arrastra una deuda pública que representa el 63% del Producto Interno Bruto (PIB).

Pero Lasso partirá sin mayoría en la Asamblea. Su movimiento Creando Oportunidades (Creo) alcanzó una mínima representación en las legislativas de febrero, por detrás de la Unión por la Esperanza (Unes), la fuerza de Arauz, y de Packakutik, el brazo político de los indígenas que se quedaron a las puertas del balotaje con su candidato Yaku Pérez.

«Aspirar a transformar a Ecuador en cuatro años, eso no es posible», comentó este lunes a la AFP Esteban Nichols, politólogo de la Universidad Andina Simón Bolívar.

En su opinión, el próximo gobierno podrá darse por bien servido si saca adelante un «buen plan de vacunación» y logra «estabilizar la economía». Lasso se comprometió a inmunizar a nueve millones de ecuatorianos en los primeros cien días de gestión y a impulsar el libre comercio para generar más empleos. Hasta la fecha, apenas 183.000 personas han sido vacunadas.

¿El ocaso correísta?

En sus primeras palabras como mandatario electo, Lasso ofreció paz, invocó repetidamente a Dios y reforzó su mensaje de protección a la familia y contra la discriminación de las minorías sexuales.

«Yo no llego con una lista de a quiénes quiero perseguir ni ver en la cárcel. Yo quiero ver a todos los ecuatorianos libres, que no tengan miedo al gobierno (…), que expresen sus opiniones con libertad», señaló.

Implicítamente, quiso tranquilizar a sus oponentes correístas que bajo el gobierno de Moreno fueron encausados y algunos llevados a la cárcel por corrupción, mientras otros se autoexiliaron aduciendo una cacería de brujas.

Este lunes, el perdedor de las elecciones abogó de nuevo por «la reconciliación». «La persecución política debe terminar, debemos tratarnos como adversarios y no como enemigos», escribió Arauz en Twitter.

Lo cierto es que, a juicio de analistas, el correísmo quedó «muy golpeado» y su líder sin opciones de retorno. «Si no está Rafael Correa aquí, ¿se disolverá el correísmo?», planteó Paolo Moncagatta, politólogo de privada Universidad San Francisco de Quito.

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Seis muertos deja combate en frontera Ecuador-Colombia y motiva duro reclamo de Quito

El enfrentamiento, uno de los más letales que ha involucrado al Ejército ecuatoriano en los últimos años y que dejó además un militar herido y dos ilegales capturados, se produjo en el caserío de Puerto Mestanza, en la provincia de Sucumbíos (noreste), limítrofe con el departamento colombiano de Putumayo, según las autoridades.

/ 8 de agosto de 2013 / 22:00

Un soldado ecuatoriano y cinco miembros de una fuerza ilegal de Colombia murieron el jueves durante un enfrentamiento en la frontera, lo que motivó un fuerte llamado del gobierno a Bogotá para que refuerce el control militar.

El enfrentamiento, uno de los más letales que ha involucrado al Ejército ecuatoriano en los últimos años y que dejó además un militar herido y dos ilegales capturados, se produjo en el caserío de Puerto Mestanza, en la provincia de Sucumbíos (noreste), limítrofe con el departamento colombiano de Putumayo, según las autoridades.

En la zona operan la guerrilla comunista de las FARC -comprometida en un proceso de paz con el gobierno colombiano- y bandas armadas que surgieron tras la desmovilización de paramilitares de extrema derecha, además de contrabandistas de drogas, combustibles y armas.

Debemos «insistir a las autoridades del gobierno de Colombia para que refuercen su presencia en la frontera. Sabemos que lo han estado haciendo pero también estos hechos indican que son insuficientes» sus esfuerzos, declaró el canciller Ricardo Patiño en conferencia de prensa junto a la ministra de Defensa, María Fernanda Espinosa, y mandos castrenses.

El combate se desató después de que militares ecuatorianos que patrullaban la zona detectaron el miércoles un grupo armado y lo cercaron para forzar su rendición, según Leonardo Barreiro, jefe del Comando Conjunto de las Fuerzas Armadas.

Sin embargo, la madrugada de este jueves el comando abrió fuego contra las tropas ecuatorianas, que repelieron el ataque. En su fuga el grupo mató al teniente Diego Maldonado, de 28 años, e hirió al soldado Raúl Montachana, mientras cinco «miembros del grupo irregular resultaron muertos», relató el oficial.

«Se les pidió que se entreguen; respondieron con fuego» a lo que reaccionaron los militares. «Sin embargo, del otro lado de la frontera, en Colombia, había ilegales que comenzaron a disparar», explicó el oficial.

El enfrentamiento se prolongó por varias horas hasta que entró «Colombia con personal militar» a asegurar su territorio, agregó Barreiro.

Las Fuerzas Armadas de Ecuador, que operan con un contingente de 8.000 hombres a lo largo de 700 km de frontera con Colombia, compuesta en su mayoría por zona selvática y fluvial, reforzaron los controles después de la muerte del teniente Maldonado.

El gobierno ecuatoriano manifestó su «indignación y consternación» por el hecho, exigió a Colombia que refuerce la vigilancia militar y lanzó una advertencia a los grupos colombianos que operan en la zona.

«Seremos implacables en la defensa de nuestro territorio, y en la defensa de nuestros soldados (…) No sabemos cuál es el grupo que ha entrado en esta ocasión, no nos importa cuál sea, seremos absolutamente implacables para defender nuestra soberanía», afirmó Patiño.

«Un soldado muerto, un soldado herido, para nosotros es un hecho gravísimo, lamentable, que lo sentimos todos los ecuatorianos», enfatizó.

En la conferencia de prensa, la ministra Espinosa dijo que habló con su colega colombiano, Juan Carlos Pinzón, para reiterarle el pedido de que se incremente el control militar, «de forma visible», en la frontera.

Ecuador, que por años mantuvo discrepancias con Colombia por la fumigación de cultivos de coca en la frontera que, según autoridades, afectó la salud de los campesinos y los plantíos legales, reforzó sensiblemente la vigilancia militar después de marzo de 2008, a raíz de una incursión militar colombiana en su territorio.

En esa acción fue muerto el líder de las FARC Raúl Reyes y otras 15 personas, incluido un ecuatoriano, lo que motivó una grave crisis regional que estuvo a punto de llevar a la guerra a Ecuador, Venezuela y Colombia.

Caracas y Quito rompieron temporalmente relaciones diplomáticas con Bogotá.

El gobierno de Rafael Correa, que en su momento amenazó con responder militarmente a cualquier nueva incursión en territorio ecuatoriano, mantiene una relación cordial con su colega colombiano Juan Manuel Santos, tras años de tensiones con el gobierno del expresidente Alvaro Uribe, crítico del proceso de paz con las FARC.

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La ruta bioceánica: la decepción de exportadores brasileños de grano

El corredor vial principal de 3.450 km "es interesante para la integración interregional, pero para la exportación de granos no tiene ningún impacto", dijo a la AFP Edeon Vaz Ferreira, director del Movimiento Prologística, que reúne al sector productivo de Mato Grosso (oeste), principal estado productor de soja y maíz de Brasil

/ 8 de abril de 2013 / 20:50

Presionado para reducir costos y mejorar su competitividad, Brasil apostó por la ruta bioceánica para conquistar el mercado chino, y si bien la obra emociona a las autoridades, deja insatisfecho a uno de sus teóricos beneficiarios: los exportadores de granos.

La ruta que une el Pacífico con el Atlántico -desde el puerto brasileño de Santos (sureste) hasta los puertos de Arica e Iquique (en Chile) y de Matarani e Ilo (en Perú), ya está en funcionamiento, aunque lejos de concitar unanimidad sobre sus beneficios.

El corredor vial principal de 3.450 km «es interesante para la integración interregional, pero para la exportación de granos no tiene ningún impacto», dijo a la AFP Edeon Vaz Ferreira, director del Movimiento Prologística, que reúne al sector productivo de Mato Grosso (oeste), principal estado productor de soja y maíz de Brasil.

En uno de los pocos estudios sobre el impacto logístico de la obra, cuya última etapa fue concluida a finales de 2012 en territorio boliviano, Prologística estableció que la vía interoceánica todavía resulta muy costosa para los exportadores.

«Es extremamente onerosa, el flete es muy costoso, el paso vial por Bolivia le resta competitividad»,  señaló Vaz Ferreira. Hasta ahora, la mayoría de la carga que sale de Mato Grosso llega al puerto de Santos tras recorrer 1.950 km por carretera y tren, y de ahí parte hacia el Pacífico.

Al llegar al puerto chino de Shanghai el exportador brasileño pagó en transporte 190 dólares por tonelada -145 dólares en fletes dentro de Brasil-, mientras el costo para el exportador argentino y para el estadounidense -sus principales competidores- fue de 102 y 72 dólares, respectivamente.

Brasil podría superar en los próximos meses a Estados Unidos como el principal productor de soja del mundo, con una cosecha estimada de 82,1 millones de toneladas para la cosecha 2012/2013. China es su primer mercado y a su vez mayor socio comercial.

«Y no se ha comprobado todavía que el paso por Bolivia, a través de la bioceánica, reduzca el costo», señaló Vaz Ferreira. Sin embargo, la Asociación Brasileña de Transportes Internacionales (ABTI) tiene una evaluación muy diferente.

«El acceso entre los puertos de Brasil con los de Chile debe ser benéfico para todos los operadores del comercio exterior, exportadores, importadores, despachadores aduaneros y transportadores», afirmó Gladys Vinci, coordinadora de temas internacionales de la ABTI.

Mato Grosso do Sul (centro-oeste), uno de los estados agrícolas por los cuales también pasa la ruta, tiene como única alternativa a Santos, y con la utilización del corredor entre Brasil y Chile, pasando por Bolivia, la «reducción (de traslado) es de hasta 12 días», señaló Vinci en un mensaje enviado a la AFP.

Quizá los beneficios se los lleven los exportadores medianos de productos de alto valor agregado, a los que no impacta mucho el costo del flete, pero para los vendedores de materias primas la ruta todavía no es alternativa, replica Vaz Ferreira.

Con un costo aproximado de 3.700 millones de dólares, el corredor bioceánico tomó forma después de una reunión presidencial entre Brasil, Bolivia y Chile, en 2007.

En el caso de Brasil la obra consistió principalmente en mejorar las condiciones del trazado entre Santos y Corumbá, ciudad fronteriza con Puerto Suárez, en Bolivia, por donde pasa la ruta hasta llegar a Santa Cruz de la Sierra, la capital económica de Bolivia.

En un principio el proyecto bioceánico fue presentado como la nueva puerta de entrada hacia China, el principal comprador de materias primas sudamericanas. Brasil ya cuenta con un acceso al Pacífico por el norte, a través de la Amazonía y los Andes hasta llegar a puertos peruanos.

«El corredor tiene por finalidad promover el comercio fronterizo, incentivar las exportaciones brasileñas destinadas a los crecientes mercados asiáticos», señaló el Ministerio de Transporte a la AFP.

Pero la expectativa se fue ajustando hasta convertirlo en una ruta potencialmente ventajosa para el comercio entre los países involucrados, si bien los exportadores siguen mirando a China.

El corredor bioceánico «se constituye en una nueva alternativa vial y un importante eje de integración» local y regional, matizó la asesoría de prensa del Ministerio de Relaciones Exteriores al ser consultada por la AFP.

Además, podrá «elevar el nivel de competitividad de las economías de los países involucrados, independientemente de cualquier economía, no sólo la china», agregó.

La obra todavía espera por su inauguración oficial, pero ya son varios los desafíos inmediatos: reglamentar normas de tránsito comunes y el peso de los camiones que, en el caso de Bolivia, ya están afectando las vías en el trecho boliviano, según Roberto Silva, historiador de la Universidad Federal de Mato Grosso do Sul y autor del estudio «La ruta bioceánica y su conexión con una zona de frontera».

«Puede que la obra física ya haya terminado, pero a la integración comercial, social y hasta política, en fronteras como las de Corumbá y Puerto Suárez, le falta mucho», dijo a la AFP.

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