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Los manifestantes de Birmania piden una ‘primavera revolucionaria’

Miles de personas se manifestaron el domingo en varias regiones de Birmania, abogando algunas por una «primavera revolucionaria», tres meses después del golpe de Estado de la junta militar contra el gobierno civil.

Desde febrero y pese a una cruenta represión de la junta, las manifestaciones recorren el país; una importante campaña de desobediencia civil, con miles de trabajadores en huelga, paraliza sectores enteros de la economía; y los opositores, ahora clandestinos, han formado un gobierno de resistencia.

Por otro lado, uno de los más importantes grupos rebeldes del este de Birmania, la Unión Nacional Karen (KNU), hizo este domingo un llamado a otras minorías étnicas de la región a unirse contra la «dictadura militar».

Monjes manifestantes  

Varias manifestaciones se produjeron este domingo en Rangún. En una de ellas, manifestantes radicales pidieron que llegara una «primavera revolucionaria», tras desfilar rápidamente por las calles y dispersarse luego para evitar enfrentamientos con las fuerzas de seguridad.

«¡Nuestra vía conduce a la democracia!» gritaron, mostrando tres dedos de una mano, el saludo considerado de resistencia.

«¡Nuestra vía conduce a la caída de la dictadura militar!» fue otro de sus eslóganes.

Centenares de personas se manifestaron asimismo en la región de Mandalay (centro), encabezados por monjes que portaban una bandera de la Liga nacional de la Democracia (LND) el partido de la exdirigente Aung San Suu Kyi.

La premio Nobel de la Paz en 1991, de 75 años, que se encuentra bien aunque ha adelgazado bastante, según sus abogados, no ha sido vista en público desde su arresto domiciliario el 1 de febrero, día del golpe de Estado.

En el estado de Shan (noreste), las fuerzas de seguridad intervinieron contra manifestantes en la localidad de Hsipaw, causando un muerto.

«Fue alcanzado por un disparo en la cabeza, y murió en el acto» declaró un manifestante.

Cerca de 760 civiles, entre ellos menores y mujeres, han muerto tiroteados por las fuerzas de seguridad en los últimos tres meses y 3.500 están detenidos, según una oenegé local, la Asociación de Asistencia a los Presos Políticos (AAPP).

La junta, que afirma que la AAPP es una organización ilegal, asegura por su lado que 258 manifestantes han muerto, igual que 17 policías y siete miembros del ejército.

Llamado a la unión de rebeldes

Las ciudades como Rangún están en el centro de la revuelta. Algunos habitantes han hecho circular videos que muestran a civiles golpeados en las calles por las fuerzas de seguridad.

También son habituales los registros de casas y las redadas nocturnas. Las fuerzas de seguridad se basan en informadores que les proporcionan los nombres de las personas acusadas de ayudar a los manifestantes.

El diario oficial Mirror Daily informó que una mujer acusada de apoyar al gobierno «fantasma» fue condenada por un tribunal militar a siete años de trabajos forzados.

La mujer había sido detenida en el barrio de Dagon Norte, una zona de Rangún actualmente bajo la ley marcial, durante un registro en su domicilio por parte de la policía, que había inspeccionado sus cuentas de Facebook y Telegram.

En varias regiones fronterizas del norte y del este, la revuelta ha hecho emerger varias rebeliones de minorías étnicas, enfrentadas con el ejército. Algunas de estas regiones controladas por esos grupos albergan a opositores que han huido de la represión de la junta.

En el este del país, los enfrentamientos entre el ejército y la Unión Nacional Karen (KNU), uno de los más prominentes grupos de minorías rebeldes, han causado más de 30.000 desplazados según la ONU.

Este domingo la KNU hizo un llamado a otros grupos étnicos de la región a unirse contra los militares.

«Nunca se ha presentado semejante oportunidad en más de 70 años de revolución. Aprovechemos la situación y luchemos contra la dictadura militar birmana» dice el teniente general Baw Kyaw Heh en carta dirigida a otros grupos rebeldes del Estado de Karen, que desde el golpe no se han manifestado.

Birmania tiene más de 20 grupos étnicos rebeldes, muchos de los cuales controlan territorios en las zonas fronterizas del país.

(02/05/2021)