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Líder del ELN colombiano renuncia desde Cuba por motivos de salud

El líder guerrillero Nicolás Rodríguez Bautista, conocido como «Gabino», renunció por motivos de salud a la máxima dirigencia del Ejército de Liberación Nacional (ELN), informó el jueves desde Cuba el grupo insurgente, un anuncio que mereció duras palabras del Alto Comisionado para la Paz en Colombia.

Rodríguez Bautista, de 71 años, informó que se encuentra enfermo y que por este motivo no puede llevar a cabo su función como Primer Comandante del ELN.

Esa circunstancia «me llevó a presentar la renuncia a dicho cargo, la cual ha sido aceptada», explicó en el comunicado fechado el 1° de mayo de 2021 desde algún lugar de Cuba, pero recién difundido este jueves aunque sin dar detalles de su enfermedad.

Indicó que llegó a la isla en mayo de 2018, en el marco de un acuerdo humanitario entre Colombia y Cuba y que se encuentra bajo un tratamiento que deberá continuar.

«Gabino» se unió a las filas guerrilleras cuando tenía sólo 14 años y se convirtió en el primer comandante del ELN desde 1998, tras la muerte por causas naturales de su antecesor, el sacerdote Manuel Pérez (1943-1998).

Será el segundo ex comandante del ELN en radicarse en Cuba. El fundador Fabio Vázquez Castaño se instaló en la isla tras dejar la guerrilla y murió allí en diciembre de 2019, a los 79 años.

Al conocer la renuncia de Rodríguez Bautista, el Alto Comisionado para la Paz en Colombia, Juan Camilo Restrepo, reaccionó con una dura crítica al ELN.

«Lo que está esperando el pueblo colombiano es la renuncia del ELN a su actuar criminal», a que sigan «reclutando menores», «al secuestro» y «a la instalación de minas antipersonales».

«Esa es la renuncia que está esperando no solamente el pueblo colombiano sino (…) el gobierno nacional», añadió Restrepo, en rueda de prensa en Bogotá.

«No lo aceptamos»

En otro comunicado, difundido también el jueves y fechado el 14 de junio de 2021, el ELN informó que el lugar de Rodríguez Bautista será ocupado por Antonio García y que Pablo Beltrán ocupará la segunda posición dentro de la organización, mientras que el tercer comandante será Pablo Marín.

«Los planes militares y las orientaciones de todas las operaciones militares estarán bajo responsabilidad del colectivo del Comando Central que está en el país y del Estado Mayor Nacional; en tal sentido se libera de toda responsabilidad a los Comandantes e Integrantes de la delegación de Diálogo que se encuentra en Cuba», indicó.

Al respecto, Restrepo destacó que «eso es un chiste y un engaño» que el gobierno colombiano no acepta.

«Se está en Cuba, se está pretendiendo hacer unos acercamientos para verificar las verdaderas intenciones de paz y por el otro lado se dice que en el actuar criminal que hacen en el territorio colombiano no tienen que ver. No, no, eso nosotros no lo aceptamos», enfatizó el comisionado.

El presidente de Colombia, Iván Duque, rompió en 2019 las negociaciones que venía sosteniendo su antecesor Juan Manuel Santos con el ELN, la última guerrilla de su país tras el acuerdo de paz que desarmó a las extintas Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) tres años antes.

Cuba, que fue sede y garante de esas negociaciones de paz con las FARC, también acogió el mismo proceso con el ELN.

Duque decidió apartarse a raíz de un ataque con coche bomba de la insurgencia contra una escuela de cadetes policiales en enero de 2019 en el sur de Bogotá, que dejó 22 estudiantes muertos además del perpetrador.

El mandatario presiona a Cuba para que le entregue a los negociadores rebeldes que esperaban en La Habana la reactivación de las conversaciones.

Las relaciones entre La Habana y Bogotá se enfriaron tras la llegada de Duque al poder en agosto de 2018, y recientemente tuvieron otro roce cuando el gobierno colombiano expulsó a un diplomático cubano por desarrollar, según dijo, «actividades incompatibles con lo previsto en la Convención de Viena» en su país.

La acusación, rechazada por La Habana, se dio en el marco de la protestas masivas en Colombia que se activaron a finales de abril y que dejaron decenas de muertos.

Aunque el acuerdo con las FARC redujo la violencia, Colombia atraviesa un conflicto que dura casi seis décadas con más de nueve millones de víctimas, entre muertos, desaparecidos y desplazados.