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1973: 48 años de una herida que aún repercute en Chile

Otra vez 11 de septiembre. Un año más que pasa y aleja a Chile de aquel terrible 1973, cuando un golpe de Estado propiciado por Augusto Pinochet terminó de manera violenta con el gobierno de Salvador Allende.

En esta fecha se cumplen 48 años de la caída del frente Unidad Popular ante una junta militar, un importante suceso histórico cuyo legado aún repercute en Chile.

La toma de los militares al Palacio de la Moneda y el bombardeo del edificio en 1973, además del suicidio del presidente Allende, fueron tan solo el inicio de la sangrienta dictadura militar.

Con cerca de 3.200 asesinatos y más de 40.000 desaparecidos, el régimen de Pinochet comenzó aquel fatídico año y se extendió hasta 1990.
“Las repercusiones de la ruptura institucional llegan hasta el presente, con personas desaparecidas y encarceladas después del estallido social de 2019 contra el actual presidente Sebastián Piñera”, aseveró la analista, activista y magíster en Ciencias Políticas Javiera Arce a Sputnik.

“En 1973 se vivía un momento muy complejo, la sociedad estaba muy polarizada y existió un desorden institucional no solo provocado por la izquierda sino también por la derecha”, dijo Arce.

La entrevistada señaló que “el empresariado comenzó con incitaciones y eso generó malestar en la población y el clima se enrareció hasta que la Junta Militar fue contra la institucionalidad”.

Para Arce, es brutal “constatar cómo hasta hoy existe el miedo que dejó la dictadura a la política, a expresar las ideas”.

“El dictador (Pinochet) le echó la culpa a la ideología de izquierda por los extremismos a los que aparentemente se había llegado. Pero en realidad Allende pretendía hacer un socialismo democrático, una vía chilena de socialismo y en ningún caso se pretendía avanzar hacia la eliminación de los poderes del Estado y generar una dictadura del proletariado”, explicó la experta.

Arce también lamentó que “se mantenga un velo sobre el rol que tuvo Estados Unidos, cuando es sabida su participación” por orden del entonces presidente Richard Nixon, una movida preparada desde agosto de 1970, antes de la victoria de Allende.

Actualmente, la Constitución heredada de la dictadura, está en puertas de ser cambiada mediante el trabajo de una Convención Constituyente con 155 miembros, en su mayoría independientes de diferentes afinidades de izquierda, indígenas y una derecha en minoría, en lo que muchos ven como el espejo más real del Chile de hoy.

ALGUNOS DE LOS CAÍDOS

Carlos Contreras
Estudiante, asesinado y quemado

Tras mucha tortura, confesó que al día siguiente se juntaría con un compañero. Le dijeron que fingiera como si nada pasara y asistiera. A metros del punto de encuentro, se lanzó contra un bus, evitando arrastrar a su compañero al dolor. Malherido gritó que estaba siendo torturado por agentes de Pinochet y que le avisaran a su mamá.

Carmen Gloria Quintana
Estudiante, quemada viva

A sus 18 años, la joven fue detenida por la Policía por participar en una protesta contra la dictadura de Augusto Pinochet. Los agentes le rociaron gasolina y prendieron fuego, dejándolo arder por un rato, apagarlo y abandonarla junto a un compañero de desgracia. Hoy tiene 53 años y el 62% de su cuerpo está quemado.

Joan Alsina
Párroco, asesinado a los 37 años

El padre Joan llegó a Chile de España para trabajar con el pueblo obrero. Participó del gobierno de Allende como párroco en sectores pobres. Luego del golpe de Estado, fue llevado a la fuerza por militares hacia un puente del Río Mapocho donde fue fusilado sin venda en los ojos. Su mirada llevó a su verdugo a un suicidio inducido por la culpa.

Víctor Jara
Cantautor, torturado y asesinado

El cantautor, poeta y director de teatro fue un referente cultural y político durante los años de la Unidad Popular de Salvador Allende. Sus canciones eran poemas sociales que hablaban de amor y resistencia para el pueblo campesino y obrero. Los soldados lo torturaron durante horas. Su cuerpo fue encontrado con 44 impactos de bala.

Carlos Hugo Prats
Asesinado a balazos

Exactamente 384 días después del golpe de Estado, Carlos Hugo Prats, exgeneral de Salvador Allende, es asesinado en Buenos Aires, Argentina. Junto a este militar de reconocida vocación política murió su esposa Carmen Sofía Cuthbert, todo de la mano del general Manuel Contreras, exjefe de la Dirección de Inteligencia Nacional (Dina).

Gloria Lagos
Madre de 28 años, asesinada y desaparecida

“¡No se la lleven!”, gritaba su hija de ocho años el día en que el servicio de Inteligencia de Pinochet se llevó a Gloria, madre de tres hijos y embarazada de un cuarto. Ella pertenecía al Movimiento de Izquierda Revolucionaria, tenía 28 años, y pese a su estado de gravidez fue torturada hasta la muerte en el campo de concentración Cuatro Álamos.