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Desde la cárcel, el ‘candidato esposado’ hace campaña contra el Kremlin

«El candidato esposado». Así es como firma sus cartas Andrei Pivovarov, recluido en una cárcel de Krasnodar desde donde hace campaña contra el Kremlin para las elecciones legislativas rusas de este fin de semana.

Arrestado en mayo, los partidarios de Pivovarov dicen es víctima de la represión de la oposición antes de las elecciones de la Duma Estatal de este fin de semana.

Con figuras políticas en la cárcel como Alexéi Navalni, sus aliados en el exilio y activistas menos conocidos a los que se les ha prohibido postularse o han sido encarcelados, como Pivovarov, el Kremlin está listo para conservar su dominio absoluto en la próxima legislatura.

En una carta manuscrita a la AFP desde el centro de detención número 1, rodeado por muros de hormigón cubiertos con alambre de espinos, Pivovarov admitió que sus posibilidades de ser elegido eran mínimas.

Su campaña –administrada por correo a través de uno de sus abogados y dirigida por varias decenas de voluntarios en Krasnodar, Moscú y en su ciudad natal de San Petersburgo– es, según él, una plataforma para transmitir su mensaje.

«Quiero que las personas que se enteren de mi campaña comprendan que ha llegado el momento en que los que dicen la verdad son encarcelados solo por sus palabras», escribió Pivovarov.

El político, de 39 años, anunció el pasado año que planeaba postularse en Moscú.  

Pero cuando Navalni regresó en enero a Rusia desde Alemania tras recuperarse de un intento de envenenamiento del que acusa al Kremlin, las autoridades lanzaron una ofensiva contra la oposición.  

Datos

Pivovarov era un objetivo. Anteriormente había trabajado con organizaciones fundadas por el crítico exiliado con el Kremlin, Mijaíl Jodorkovski, incluido el grupo prodemocrático Rusia Abierta que fue ilegalizado en 2017.

Sacado de un avión con destino a Varsovia en San Petersburgo en mayo, Pivovarov fue trasladado a 2.000 kilómetros al sur de Krasnodar y fue acusado de participar en una organización «indeseable.»

Ahora, se enfrenta a seis años de prisión en un caso que se basa en una publicación que apareció en su página de Facebook escrita desde Krasnodar en 2019, expresando su apoyo a un activista alineado con Jodorkovski que se presenta a las elecciones locales.

En su carta, que firmó como «candidato esposado», Pivovarov dijo que las autoridades locales querían «cerrarle la boca.»  «Por eso, el caso se inició en Krasnodar, lejos de Moscú y San Petersburgo», relató desde la prisión.

Pivovarov es el único candidato de la oposición que aún se postula entre los al menos siete que planearon presentarse, pero fueron arrestados.

Política

El partido liberal Yabloko incluyó a Pivovarov en un gesto «humanitario», dijo.

Pero el analista político Alexander Kynev asegura que «no tiene ninguna posibilidad» de ser elegido.

Yabloko, indica Kynev, nunca ha ganado más de 2% de voto en Krasnodar, una ciudad de alrededor de un millón de habitantes y bastión del partido Rusia Unida del presidente Vladimir Putin.

El partido parecía tan seguro de la victoria que su oficina local dijo a la AFP que no iba a realizar ningún evento de campaña en Krasnodar, a menos de dos semanas antes de la votación.  

Yabloko está considerado como parte de la oposición simbólica de Rusia que sirve para atraer el descontento liberal. Pero, precisa Kynev, las autoridades confían más en tácticas contundentes para asegurarse una victoria este fin de semana.

‘Autocracia’

Las autoridades han apuntado a las voces disidentes en todos los ámbitos, designando a la mayoría de los principales medios independientes como «agentes extranjeros.» 

Los miembros de la campaña de Pivovarov no han escapado a la presión.

 Saidanvar Sulaymonov, de 22 años, un voluntario de la campaña en Moscú y ciudadano de la exrepública soviética de Tayikistán que vivió en Rusia la mayor parte de su vida, explicó a la AFP que tuvo que abandonar el país a principios de septiembre después de que le prohibieron la entrada.  

Roman Pilipenko, un abogado de 27 años en Krasnodar, dijo que se unió a la campaña de Pivovarov porque quería resaltar la «injusticia» y «advertir» a los rusos que su condado está «deslizándose hacia una dura autocracia.»