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Líderes mundiales llegan a la COP26 bajo presión para dar respuesta a la urgencia climática

Bajo presión para actuar ante el cambio climático antes de que sea demasiado tarde, los líderes de más de 120 países empezaron a llegar el lunes a Glasgow, en Escocia, para una cumbre previa a las negociaciones decisivas de la COP26.

«La humanidad ha jugado durante mucho tiempo a contrarreloj con el clima» y ahora «es el momento de actuar», afirmará el primer ministro británico y anfitrión Boris Johnson, según extractos de su discurso, abriendo al cumbre de dos días.

Con codazos y apretones de manos, Johnson y los responsables de la ONU fueron recibiendo durante la mañana a los dirigentes que llegaban a un centro de conferencias sobrevolado por helicópteros y rodeado de fuertes medidas de seguridad.

El estadounidense Joe Biden, que proclama el regreso de su país a las negociaciones sobre el clima, será el gran protagonista de una cumbre con grandes ausentes, como el chino Xi Jinping, presidente del mayor país emisor de gases contaminantes, y el ruso Vladimir Putin.

Biden aterrizó hacia las 11h00 (locales y GMT) en la ciudad escocesa de Edimburgo, para dirigirse desde allí a la sede de la COP26. Antes de su llegada su enviado especial para el clima, John Kerry, había reafirmado la determinación de Estados Unidos a actuar para «salir de Glasgow habiendo aumentado la ambición global de forma muy significativa».

Pese a no asistir, el chino Xi Jinping transmitirá el lunes un mensaje por escrito a los asistentes.

También intervendrá, pero en persona, el príncipe Carlos, en substitución de la reina Isabel II, de 95 años, que «guarda reposo» por consejo médico. Llamará a las empresas a sumarse al esfuerzo mundial: «Necesitamos una amplia campaña de tipo militar para reunir la fuerza del sector privado mundial» que «dispone de billones» de dólares.

‘Territorio desconocido’

De América Latina no acudirán ni el presidente mexicano, Andrés Manuel López Obrador, ni el brasileño, Jair Bolsonaro, a pesar de que este último estuvo presente en la cumbre del G20, que culminó el domingo en Roma.

La COP26 debe desarrollar los principales temas del histórico Acuerdo de París de 2015, como el aumento de los compromisos de cada país para reducir las emisiones de gases de efecto invernadero, la financiación de la lucha contra el cambio climático, o las reglas de transparencia y control mutuo.

Un total de 196 partes firmaron el Acuerdo de París con el objetivo de limitar el aumento de la temperatura del planeta a +1,5ºC.  

Pero la realidad es que la Tierra se dirige a un aumento de 2,7ºC, y con esos dígitos su clima, sus ecosistemas, entran en «territorio desconocido», según la Organización Meteorológica Mundial (OMM).

Cincuenta gigatoneladas

El mundo emite anualmente más de 50 gigatoneladas de gases de efecto invernadero, según cálculos de la ONU. Una gigatonelada representa 1.000 millones de toneladas.

«Nuestros estudios indican que se producirá un incremento de emisiones del 16% en 2030, cuando deberíamos registrar una reducción del 45%», resumió la secretaria ejecutiva del órgano de la ONU para el cambio climático, la mexicana Patricia Espinosa.

Y aunque públicamente existe la conciencia de que esa situación debe cambiar, subsisten grandes interrogantes sobre el modelo energético alternativo.

Esas diferencias volvieron a aparecer en la cumbre del G20 en Roma, que aunque ratificó el compromiso con el +1,5ºC, no dio pautas claras para conseguirlo. «Me voy de Roma decepcionado», declaró el secretario de la ONU, Antonio Guterres.

Biden por su parte acusó directamente a China, Rusia y Arabia Saudita de no estar a la altura del desafío.  

Las previsiones de crecimiento mundial implican un desafío global, reconocen los expertos. El G20 es responsable del 80% de las emisiones de gases de efecto invernadero, y sus miembros volvieron a hacer equilibrios en su comunicado final.

«Los países del G20 dejarán de financiar centrales de carbón en el exterior. Pero habían prometido hacerlo con todas las energías fósiles. Lo que empezó el G20, la COP26 debe terminarlo», advirtió Pierre Cannet, de la organización ecologista WWF en Francia.

Consecuencias ‘aterradoras’

Los países pobres piden ayuda para mitigar o adaptarse a las consecuencias del cambio climático. Los países ricos prometieron 100.000 millones de dólares anuales, una cifra que ya debieron haber entregado en 2020.  

Sin embargo, faltan 20.000 millones de dólares. Las principales potencias económicas aseguran que el tema será resuelto en un par de años.

Mientras, países como la Alianza de Pequeños Estados Insulares denuncian las consecuencias «aterradoras» que podrían llegar en poco años si el nivel del mar sigue aumentando, como aseguran los científicos.

«Parece que algunos no tengan miedo, o peor, que sean indiferentes», declaró su negociadora en Glasgow, Lia Nicholson.

Los líderes mundiales pronunciarán sus discursos bajo la mirada desconfiada de ecologistas, entre ellos la sueca Greta Thunberg, que preparan movilizaciones y acciones de protesta.

(01/11/2021)