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ONU pide información a los talibanes por dos activistas desaparecidas

Una marcha de mujeres afganas el 16 de enero de 2022 en Kabul para reivindicar sus derechos.

Naciones Unidas pidió a los talibanes que aporten información sobre otras dos activistas feministas supuestamente detenidas por el movimiento esta semana, elevando a cuatro el total de militantes desaparecidas este año.

La Misión de Asistencia de la ONU en Afganistán (UNAMA) dijo el jueves por la noche que había solicitado «informaciones urgentes» al ministerio del Interior «por las últimas detenciones por parte de los talibanes de dos nuevas militantes feministas señaladas en las últimas 24 horas».

Las Naciones Unidas «repiten su llamado a liberar a todas las militantes feministas ‘desaparecidas’, así como a sus familiares», añadió la institución.

«Estos arrestos injustos deben parar. Si los talibanes buscan el reconocimiento del pueblo afgano y del mundo, deben respetar los derechos humanos de los afganos, particularmente los de las mujeres, incluida la libertad de expresión», tuiteó el viernes la emisaria de Estados Unidos para los derechos de las mujeres afganas, Rina Amiri.

UNAMA no difundió el nombre de las dos militantes, pero según otra opositora contactada por AFP, Zahra Mohammadi y Mursal Ayar fueron detenidas esta semana.

Zahra es «dentista y trabaja en una clínica. Fue arrestada, así como su padre», explicó esta militante pidiendo anonimato.

Mursal fue detenida el miércoles después de que un colega le pidiera su dirección para entregarle su salario, declaró esta activista. «Es así como la atraparon. Los talibanes la encontraron y la arrestaron», detalló.

Dos semanas atrás se reportó la desaparición de otras dos militantes, Tamana Zaryabi Paryani y Parwana Ibrahimkhel, pocos días después de haber participado en una manifestación en Kabul por los derechos de las mujeres.

La Alta Comisionada de la ONU para los Derechos Humanos, Michelle Bachelet, expresó el martes su inquietud por su suerte y la de los cuatro familiares desaparecidos con ellas.

Los talibanes niegan toda implicación en su desaparición y aseguran que han abierto una investigación.

Desde su regreso al poder en agosto, los fundamentalistas islamistas aseguran haberse modernizado respecto a la brutalidad de su primer régimen en Afganistán (1996-2001).

Pero poco después echaron a las chicas de numerosas universidades e institutos públicos, excluyeron a las mujeres de la mayoría de empleos públicos y les impusieron ir acompañadas de un hombre de su familia en trayectos largos.

Ante la profunda crisis humanitaria en Afganistán, los países occidentales han puesto el respeto por los derechos humanos como condición indispensable para un eventual desbloqueo de la ayuda internacional.