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Incendio en la mayor central nuclear de Europa tras ataque ruso en Ucrania

El presidente ucraniano Volodimir Zelenski acusó este viernes a Moscú de recurrir al «terror nuclear» tras el incendio causado por un ataque ruso en la mayor central nuclear de Europa que, sin embargo, no experimentó un aumento en los niveles de radiación.

En el inicio de su segunda semana de invasión, Rusia intensificó sus bombardeos por todo el país, provocando numerosas víctimas civiles y daños materiales, a pesar de las negociaciones entre ambos bandos que acordaron la creación de corredores humanitarios.

La perspectiva de un alto el fuego se antoja lejana. El presidente ruso Vladimir Putin aseguró que su invasión avanzaba «según lo planeado» y prometió continuar «sin concesiones», mientras su homólogo ucraniano Volodimir Zelenski pidió más ayuda a Occidente, especialmente aviones.

Aparentemente ralentizada en Kiev y en Járkov, la segunda ciudad ucraniana en el noreste, la invasión progresa en el sur. Allí, ataques rusos provocaron un incendio en la central nuclear de Zaporiyia, ubicada unos 150 km al norte de la península de Crimea que Moscú se anexionó en 2014.

«Ningún otro país excepto Rusia ha disparado jamás contra centrales nucleares (…) Este Estado terrorista recurre ahora al terror nuclear», dijo en un video el presidente ucraniano Zelenski, acusando a Moscú de querer «repetir» la catástrofe de Chernóbil.

También aseguró que fueron tanques rusos los que abrieron fuego. «Estos tanques están equipados de visores térmicos, con lo que saben qué hacen, estaban preparados», aseguró.

La noticia provocó momentos de alarma: el canciller ucraniano alertó de un desastre «diez veces más grande» que Chernóbil y la Agencia Internacional de la Energía Atómica (AIEA) avisó de un «grave peligro» si uno de los reactores se veía afectado.

Pero después, la AIEA indicó que los niveles de radiación del lugar no se vieron alterados y el fuego no alcanzó el equipamiento «esencial».

Las autoridades ucranianas indicaron que la seguridad nuclear estaba «garantizada» pero denunciaron que las tropas rusas no permitían el acceso de los bomberos.

«Según lo planeado»

Zelenski aprovechó el incidente para reiterar su llamado a las potencias occidentales para frenar a Rusia. «Hay que impedir que Europa muera de un desastre nuclear», indicó el presidente.

Antes les había solicitado que «cierren el cielo» ucraniano a las naves rusas o les entreguen aviones a ellos, y había advertido que Moscú podía atacar después a los países bálticos y el resto de Europa.

El primer ministro británico Boris Johnson acusó a Putin de «amenazar directamente la seguridad de toda Europa» y pidió una reunión de urgencia del Consejo de Seguridad de la ONU.

Hasta ahora, los países occidentales han entregado armas a Ucrania, pero han centrado su respuesta en una una batería de sanciones para aislar a Rusia diplomática, económica, cultural y deportivamente. Sin embargo, estas no parecen perturbar al maestro del Kremlin.

«La operación militar especial avanza conforme al calendario previsto, según lo planeado», dijo Putin en una reunión del Consejo de Seguridad.

En una conversación previa con su par francés, Emmanuel Macron, Putin prometió continuar «sin concesiones» su ofensiva. Tras esa conversación, Macron llegó a la conclusión de que «lo peor está por venir» en el conflicto en Ucrania.

Rusia exige que esta antigua república soviética renuncie a ingresar en la OTAN y que la Alianza de defensa transatlántica se retire de sus fronteras.

El jefe de sus servicios de inteligencia (SVR) acusó a Occidente de buscar «destruir» Rusia y de intentar «establecer un bloqueo económico, informativo y humanitario» del país.

La invasión encendió las alarmas en otras ex repúblicas soviéticas como Moldavia, que oficializó su candidatura para entrar en la Unión Europea (UE).