Icono del sitio La Razón

El viejo Buenos Aires se hace un lifting para revitalizar su centro

buenos_aires_argentina.jpg

Vista aérea del casco viejo de Buenos Aires, capital de Argentina

Reposición de adoquines en las calles, reacondicionamiento de fachadas de edificios emblemáticos, peatonalización de las vías: el centro histórico de Buenos Aires se renueva en un intento por rescatar ese corazón urbano cansado tras los estragos de la pandemia.

En la calle Humberto 1º, en el barrio colonial de San Telmo, a pocas cuadras de la tradicional Plaza de Mayo, los obreros han hecho saltar el asfalto y colocan uno a uno los adoquines que habían sido retirados casi un siglo atrás.

Ciclovías, plantación de árboles, rutas de autobuses desviadas, enorme restauración de obras patrimoniales como el edificio modernista Otto Wulf (1914) que en el pasado alojó la representación del imperio austro-húngaro.

Son 67.000 metros cuadrados en el centro porteño que entran en el ‘Plan Casco’ y en cuya restauración la alcaldía invertirá 2.200 millones de pesos (unos 18 millones de dólares).

«El objetivo es recuperar uno de los barrios más icónicos, más históricos, con un patrimonio cultural arquitectónico de los más importantes de la ciudad», explica a la AFP Felipe Miguel, jefe de gabinete de la alcaldía de centro-derecha que gobierna esta capital de tres millones de habitantes.

Irónicamente, hace una década, cuando la alcaldía de Buenos Aires era ocupada por Mauricio Macri, del mismo signo político y quien fuera luego presidente (2015-2019), los adoquines de varios barrios fueron cubiertos por el asfalto.

Sin embargo, más de 3.400 calles de la capital tienen todavía adoquines.  

Se decía entonces que el asfalto reducía la contaminación sonora, era mejor para los neumáticos y para los desagües de agua de lluvia.

 «Hay barrios que cambiaron y otros más típicos a los que hay que preservar», justifica Miguel.

(15/06/2022)