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‘Los nadie’, la fuerza electoral de Petro, celebra su llegada al poder en Colombia

Foto: AFP

En campaña prometieron representar a «los nadie» y se rodearon de ellos para festejar el triunfo. Entre indígenas, jóvenes, feministas y afros, Gustavo Petro y su vicepresidenta electa, Francia Márquez, celebraron este domingo la histórica llegada de la izquierda al poder en Colombia.

En un centro de eventos en Bogotá, miles se reunieron para esperar los resultados. Conforme la autoridad electoral avanzaba en el conteo, confirmando la victoria de Petro sobre el millonario Rodolfo Hernández, estallaban los gritos y aplausos.

La mayoría eran jóvenes, los mas castigados por el desempleo y la brutal represión policial con la que el conservador Iván Duque enfrentó las masivas protestas contra su gobierno de 2019, 2020 y 2021.

Acudieron inspirados por el discurso de cambio y ruptura de Petro.

Atendiendo el llamado de Márquez, la ambientalista que sobrevivió a un atentado con granadas en 2019 por su defensa del agua y que ahora será la primera vicepresidenta negra de Colombia, los afro también festejaron entre bailes.

«Celebro porque por fin vamos a tener un cambio, esto es algo que los territorios esperaban (…) esto demuestra que hay esperanza», dijo a la AFP Lusimar Asprilla, una académica afro de 25 años, experta en política internacional.

En las gradas también estuvieron un centenar de indígenas agitando bastones mientras cantaban: «íPor mi gente, Petro presidente!».

El exgobernador indígena Segundo Paspuezan recorrió en auto los casi 900 kilómetros que separan a la capital colombiana de Cumbal, un municipio en conflagración por la violencia de los grupos armados dedicados al narcotráfico cerca de la frontera con Ecuador.

Vistiendo un sombrero negro y ruana, el indígena festejó derrotar «a todos los que manejaron el país por años», esperanzado en acabar con los males que azotan «a los territorios indígenas y a los campesinos».

«La gente se levantó», sentenció el hombre de 75 años.

«Resistencia»

Tras conocer el resultado, Petro (62 años) proclamó la «primera victoria popular» de Colombia y la «resistencia» ante las élites conservadoras que abrazaban el poder desde hace más de 200 años.

Siendo un joven universitario, combatió con las armas al Estado y firmó la paz en 1990. En sus tres décadas de vida política en democracia, el conflicto siguió ardiendo. En más de seis décadas son más de nueve millones de víctimas, la mayoría desplazados.

En su tercer intento por llegar a la presidencia (2010 y 2018), Petro derrotó el estigma contra la izquierda radical y a los fantasmas del magnicidio, que en el siglo XX dejó cinco presidenciables asesinados.

Tan emocionado que se le cortaba la voz, Édgar Sarmiento dijo «celebrar la vida» y recordó a Carlos Pizarro, un excompañero de Petro ultimado a disparos durante su campaña presidencial, meses después de desarmarse.

Es «el cambio que hemos anhelado todo el pueblo colombiano por más de 100 años», añadió el jubilado envuelto en una bandera del M-19, la guerrilla urbana a la que pertenecía el próximo presidente de Colombia.

Luego, frente a los rostros ilusionados, Márquez trepó a la tarima para augurar el inicio del «gobierno de los nadie y las nadie».