Viajar para abortar, una realidad para las norirlandesas
El año pasado, 161 mujeres tuvieron que cruzar el mar de Irlanda hasta Inglaterra o Gales para abortar, según el gobierno británico
Imagen: AFP
La revocación del derecho al aborto en Estados Unidos resuena dolorosamente con las experiencias de muchas mujeres en Irlanda del Norte, donde las luchas políticas y la falta de financiación siguen dificultando el acceso a la interrupción del embarazo.
El aborto en esta provincia británica profundamente conservadora se despenalizó en 2019, mientras que en el resto del Reino Unido ya estaba autorizado desde hace 42 años, hasta las 24 semanas de embarazo.
Pero a pesar de su reciente consagración en la legislación norirlandesa, la falta de recursos y las batallas políticas hacen que algunas mujeres no tengan más remedio que viajar para interrumpir su embarazo.
Después de 10 semanas de gestación, no existe ninguna opción para abortar en Irlanda del Norte, que no cuenta con un servicio de aborto quirúrgico.
El año pasado, 161 mujeres tuvieron que cruzar el mar de Irlanda hasta Inglaterra o Gales para abortar, según las cifras publicadas el mes pasado por el gobierno británico.
«Es totalmente inaceptable, una sola persona (que tenga que viajar) es un escándalo», dijo a la AFP Dani Anderson, de Abortion Support.
‘Odiosa’ necesidad
La decisión de la Corte Suprema estadounidense de revocar la sentencia Roe v. Wade de 1973, que estableció el derecho de aborto en todo Estados Unidos, abrió la puerta a que algunos estados americanos, controlados por los Republicanos, prohibieran este derecho.
Verse obligada a viajar para poder abortar es ya una realidad en Irlanda del Norte, recalcan los organismos de defensa de derechos humanos.
«Los abortos tardíos son los más complejos. Son las mujeres que menos deberían desplazarse las que tienen que viajar», afirma Naomi Connor, coorganizadora de la campaña Alliance for Choice.
Algunas mujeres que son maltratadas en casa no se atreven a viajar, «por miedo a que alguien lo descubra», añade Connor.
Debido al fuerte conservadurismo religioso tanto de los protestantes como de los católicos, el aborto sigue siendo tabú en algunas partes de Irlanda del Norte, especialmente en las zonas rurales.
Es también tabú en la República de Irlanda, donde el aborto fue autorizado en 2018 tras un referéndum.
«Es desgarrador», se lamenta Naomi Connor, que cuenta la historia de una refugiada en Belfast que huyó de su país tras un matrimonio forzado y no pudo salir de la provincia para abortar.
Esta mujer pudo recibir ayuda, pero no es el caso de todas, dice.
(04/07/2022)