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La dramática sequía de EEUU amenaza a la represa Hoover

La presa Hoover en el lago Mead a lo largo del río Colorado

El río Colorado vierte millones de litros de agua a diario a la represa Hoover para generar energía. Sin embargo, la dramática sequía que golpea al oeste de Estados Unidos está dejando este embalse en punto muerto.

«Entramos al vigésimotercer año de sequía aquí en la cuenca del río Colorado y el lago Mead ha caído un 28%», explica Patti Aaron del Buró de Reciclaje, la agencia estadounidense que opera la represa.  

«No hay tanta altura por lo que no hay mucha presión empujando el agua hacia las turbinas. Por ende hay menos eficiencia y no podemos producir mucha electricidad».

La represa Hoover era un símbolo de esperanza e ingeniería en Estados Unidos.  

Su construcción comenzó en 1931, cuando el país se marchitaba durante la Gran Depresión.  

Miles de obreros trabajaron 24 horas al día para construir la que entonces se convertiría en la mayor hidroeléctrica del mundo.  

La obra exigió el desvío del río Colorado, creando el lago Mead, el mayor embalse de Estados Unidos.  

El nivel de agua llegó a alzarse a unos 365 metros sobre el del mar. Pero después de más de dos décadas de sequía, ahora está a unos 320, su punto más bajo desde que fue creado. Y continúa reduciéndose a una velocidad dramática: un pie (o 30 cm) por semana.

Si cae a 289 metros, las bocas de la represa quedarán expuestas y las turbinas pararán.   «Estamos trabajando muy duro para evitar que esto ocurra», dijo Aaron.

«Dejar de producir electricidad o de enviar agua no son opciones».

(05/07/2022)