Presidente de Surinam pide ‘flexibilidad’ al FMI en cronograma de reformas
Santokhi dijo que su prioridad es "acabar con la crisis financiera" y pidió "ayuda" de Países Bajos.

El presidente de Surinam, Chan Santokhi
El presidente de Surinam, Chan Santokhi, pidió mayor «flexibilidad» al Fondo Monetario Internacional (FMI) en el cronograma de reformas comprometidas con el organismo, al subrayar que los cambios traerán una estructura económica «sana», pero no una «población sana».
«Necesitamos más relajación y más flexibilidad en el cronograma» de reformas, dijo en entrevista con la AFP el mandatario de este país de 600.000 habitantes, que espera nuevos ingresos a partir de 2025 tras el descubrimiento de grandes yacimientos petroleros frente a las tres Guyanas.
«Los ingresos del petróleo y el gas no están incluidos en el cronograma, por lo que si podemos incluirlos después de 2025, tendremos más tranquilidad y flexibilidad aquí y podremos hacer más por la gente. Ese es el debate que queremos y esta semana lo daré. Tengo una reunión con la directora del FMI (Kristalina Georgieva). Iré a Washington para discutir este tema», agregó Santokhi.
«Le hemos demostrado al FMI, al mundo entero y a nuestra propia economía, que somos disciplinados con nuestra política rigurosa. Hemos reducido el déficit del 19% a menos del 3%» del PIB, continuó el presidente. «La cuestión es que con el programa del FMI, las condiciones del cronograma y las metas, sí vamos a tener un sano control económico, pero no una población sana».
El FMI y Surinam firmaron en 2021 un plan de refinanciamiento de deuda a tres años que involucra $us 690 millones y reformas estructurales en el país.
«Queremos ayudar a la gente a vivir, a tener un ingreso que les permita comprar lo que necesitan, y a tener una calidad de vida que les permita ser felices (…), porque con nuestras medidas se sacrificaron y ahora que hemos llegado a la etapa de estabilización y crecimiento, tenemos que devolverles (algo). Necesito la cooperación del FMI», concluyó.
Santokhi dijo que su prioridad es «acabar con la crisis financiera» y pidió «ayuda» de Países Bajos (vieja potencia colonial que controlaba Surinam) en la negociación, ante una visita de dos días que inició el lunes el primer ministro neerlandés, Mark Rutte.
Solicitó igualmente respaldo de Francia (vecina por la Guyana francesa) y otros países: «El programa del FMI es muy duro y hace mal a la población. (…). Hay espacio para la flexibilidad», insistió.