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Nuevo motín carcelario en Ecuador deja seis policías heridos

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Soldados custodian las instalaciones de la prisión Guayas 1 durante un operativo para controlar un motín en Guayaquil

Nuevo motín carcelario en Ecuador deja seis policías heridos en la mayor cárcel del puerto ecuatoriano de Guayaquil (oeste), informaron autoridades.

Los uniformados fueron atacados a balazos y con explosivos cuando ingresaron a los pabellones de la penitenciaría Guayas 1.

Se enfrentan los reclusos, dijo a la AFP una fuente del organismo estatal a cargo de las prisiones (SNAI), que pidió no ser identificada.

«La intervención policial en los pabellones (…) deja 6 servidores policiales heridos», señaló la Policía de Ecuador en su cuenta en la red Twitter.

Los choques estallaron en medio del estado de emergencia que rige en Guayaquil.

Ciudad azotada por una arremetida del narcotráfico que deja cinco policías y un civil muerto en ataques dirigidos contra puestos de mando y gasolineras.  

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Nuevo motín

El SNAI señaló en un comunicado que reclusos «responden con violencia contra servidores de la Policía Nacional, Fuerzas Armadas y del Cuerpo de Seguridad y Vigilancia Penitenciaria, inclusive con el uso de granadas».

Con el apoyo de policías y militares, el SNAI inició el traslado de presos de la penitenciaria Guayas 1.

Controlada por organizaciones del narco, hacia otros centros de reclusión para reducir el hacinamiento.

El organismo sostuvo que los ataques se deben a «acciones emprendidas para la reducción del hacinamiento».

«Que contemplan mejoras en la infraestructura y fortalecimiento de la seguridad».

Selañló que los responsables de los ataques son presos «integrantes de grupos de delincuencia organizada-«.

Este miércoles también se produjeron choques entre presos de esa misma cárcel, los cuales dejaron dos reclusos muertos.

La penitenciaría Guayas 1, la más poblada de Ecuador, es uno de los escenarios de las cruentas masacres producidas en el país desde febrero de 2021, con unos 400 presos muertos.

Allí habitan casi 6.900 personas y en la que cada pabellón está controlado por un solo grupo criminal.

Las bandas

Fuerzas combinadas de militares y policías dominan la entrada a Socio Vivienda II, el punto más peligroso de «Guayakill».

El neologismo que se hizo popular en redes.

Barrio adentro, avanzan en motos 20 uniformados de negro, con chalecos antibalas, pasamontañas y pistolas.

En este empobrecido complejo de tres etapas malviven unas 24.000 personas, la mitad de ellas afros.

Las balaceras entre bandas, que comenzaron en 2019, son más frecuentes y han forzado el cierre temporal de escuelas en el último mes y medio.

Antes se les conocía como pandillas.

Pero luego «comenzaron a identificarse como Lobos y Tiguerones y la situación se agravó», dice una dirigente barrial.

«Las bandas delictivas se encuentran más armadas que la policía misma», admite el mayor Robinson Sánchez, jefe de operaciones del sector.

Es una «guerra» de pistolas contra fusiles.

Cuando estalló la disputa por el control territorial, las familias levantaron portones de metal en cada extremo de las calles para evitar la entrada de los pandilleros.

Pero la policía los derribó en sus intervenciones, por lo que ahora las balas zumban de una esquina a otra, según la dirigente barrial.

(03/11/2022)