Irán vivió otro día de protestas este jueves, marcadas por la represión de las fuerzas de seguridad, que dispararon contra manifestantes reunidos en una ceremonia de duelo cerca de Teherán.
La República Islámica vive la mayor ola de protestas en años, desencadenada por la muerte de Mahsa Amini, una joven kurda iraní de 22 años, el 16 de diciembre, tres días después de haber sido detenida en la capital iraní por la policía de la moral, por un supuesto incumplimiento del estricto código de vestimenta del país.
La represión de las manifestaciones ha dejado más de 170 muertos desde entonces, según una ONG; miles de detenidos y unas 1.000, según el poder judicial, acusadas de participar en los «disturbios».
Pese a la represión, las protestas han cobrado un nuevo impulso con los funerales y las ceremonias tradicionales de duelo, organizadas 40 días después de la muerte de una persona.
Una de estas ceremonias se celebró el jueves en Karaj, al oeste de Teherán, en honor a Hadis Najafi, de 22 años, abatida en una manifestación en septiembre, según la ONG Iran Human Rights (IHR), con sede en Noruega.
La policía bloqueó la autopista que lleva al cementerio para impedir que acudiera más gente a la ceremonia, que ya contaba con muchos participantes, afirmó la oenegé.
«Este año es el año de la sangre, Seyyed Ali [Jamenei] será derrocado», gritaban los manifestantes, en referencia al líder supremo de Irán, según un video publicado por IHR.
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– Enfrentamientos –
El medio en línea 1500tasvir publicó fotos y videos de los enfrentamientos que estallaron entre manifestantes y policías.
Las fuerzas de seguridad abrieron fuego contra los protestantes, según la misma fuente.
Un oficial de la milicia paramilitar Basij — vinculada con los Guardianes de la Revolución, el ejército ideológico de Irán — murió y diez policías resultaron heridos en las confrontaciones, según la agencia oficial Irna.
Irna calcula que 500 personas participaron en estos «disturbios».
El paramilitar de 24 años fue apuñalado y su cuerpo fue encontrado sin ropa en el borde de la carretera, según la agencia Fars.
Otras ceremonias de duelo fueron organizadas en el país, como en Fuladshahr y Arak, en el centro, donde los manifestantes gritaron eslóganes contra el poder, según IHR y 1500tasvir.
El viernes tendrá lugar otra ceremonia en Isfahán por la muerte de Shirin Alizadeh, de 36 años, abatida por miembros del Basij mientras grababa la represión en el noreste de Irán, afirmó a la AFP Raha Bahreini de Amnistía Internacional.
Según ella, las autoridades advirtieron a los familiares de la víctima que no organizaran una ceremonia por temor a que se transforme en protesta.
El jueves, un imán murió abatido en la ciudad de Zahedán, según el comandante de policía de la provincia de Sistán y Baluchistán, Ahmad Taheri.
Según la agencia Irna, el religioso, identificado como Sajad Shahraki, fue asesinado frente a la mezquita de Mola-Motaghian por personas enmascaradas que dispararon desde un vehículo.
– Periodistas detenidos –
Los dirigentes iraníes acusan entre otros a Estados Unidos, archienemigo de Irán, de fomentar los «disturbios» en el país.
El sábado comenzó en Teherán el juicio a 5 hombres que podrían enfrentarse a la pena capital por las protestas.
Hadi Ghaemi, del Centro para los Derechos Humanos en Irán (CHRI), con sede en Nueva York, dijo que el objetivo de los juicios es «aterrorizar y silenciar a los iraníes».
Al menos 51 periodistas han sido detenidos desde el 16 de septiembre, según el Comité para la Protección de los Periodistas, con sede en Nueva York. Y 14 fueron liberados bajo fianza.
Por su parte, el jefe de la judiciatura del Kurdistán iraní afirmó el jueves que el 85% de los detenidos implicados en los «disturbios» en la provincia habían sido puestos en libertad bajo fianza.