La familia del preso político egipcio-británico Alaa Abdel Fattah, en huelga de hambre desde hace siete meses en una prisión cerca de El Cairo, solicitó este viernes el indulto presidencial para que sea liberado.
«Adjunto el texto de la solicitud de indulto que he presentado hoy, confirmando (…) mi disposición a tomar todos los métodos legales disponibles que garanticen una solución a la crisis de mi hermano», escribió la hermana del disidente, Mona Seif, en Twitter.
Alaa Abdel Fattah, de 40 años, se declaró en huelga de hambre el 2 de abril. Solo ingería un vaso de té y una cucharada de miel al día, en la prisión de Wadi al Natrun, al noroeste de El Cairo. El domingo dejó también de beber, coincidiendo con el inicio de la COP27, la conferencia de la ONU sobre el clima.
Egipto ha concedido 766 indultos presidenciales a prisioneros políticos desde la reactivación del comité de indulto en abril, según datos recogidos por la oenegé Amnistía Internacional.
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Sin embargo, durante el mismo periodo, cerca del doble de ese número ha sido encarcelado por su activismo, recuerda la oenegé.
La fiscalía egipcia aseguró el jueves que Alaa Abdel Fattah no necesitaba «ser trasladado a un hospital» ya que «todas las señales vitales» del detenido eran «normales» y que gozaba de «buena salud».
Los familiares tacharon el anuncio de «mentira» y aseguran que la vida del activista corre peligro.
El presidente de Estados Unidos, Joe Biden, se reunió el viernes con su homólogo egipcio, Abdel Fatah al Sisi durante la COP27 y le preguntó sobre el respeto a los derechos humanos en el país.
Abdel Fattah fue condenado a finales de 2021 a cinco años de cárcel por «difusión de informaciones falsas», tras pasar la mayor parte de la década pasada entre rejas.