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El G20 se pone en marcha con un llamado a ‘poner fin a la guerra’

La cumbre del G20 en Indonesia aumentó la presión internacional sobre Rusia, con múltiples llamados este martes, incluso desde países cercanos a Moscú, para poner fin al conflicto. Foto: AFP.

La cumbre del G20 en Indonesia aumentó la presión internacional sobre Rusia, con múltiples llamados este martes, incluso desde países cercanos a Moscú, para poner fin al conflicto. Foto: AFP.

El presidente de Indonesia, Joko Widodo, urgió a los líderes mundiales del G20 a «poner fin a la guerra» al inaugurar el lunes una cumbre con todos los ojos sobre Rusia. Y es que existe una creciente presión internacional por la invasión de Ucrania.

Estados Unidos y sus aliados occidentales maniobran para aislar a Moscú en este foro de grandes economías del mundo. La potencia mundial tendría preacordado un comunicado final con una condena mayoritaria de la invasión, dijo un alto cargo estadounidense.

Neutral hasta ahora en este conflicto, el presidente del país huésped evitó mencionar directamente a Rusia. Pero aprovechó su discurso inaugural para lanzar un mensaje inequívoco por la paz desde la turística isla de Bali, sede de la cumbre.

«Ser responsable significa no crear situaciones de suma cero, significa que tenemos que terminar la guerra. Si la guerra no termina, será difícil avanzar», dijo Widodo.

«No deberíamos dividir el mundo en partes. No debemos permitir que el mundo caiga en otra Guerra Fría», insistió antes de comenzar la primera sesión de trabajo del grupo.

Esta tratará de la seguridad alimentaria y energética, dos cuestiones estrechamente vinculadas a la guerra en Ucrania. El conflicto disparó la inflación y extendió la sombra de la pobreza y la hambruna sobre millones de personas.

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«Es el momento»

En ella participó por videoconferencia el presidente ucraniano, Volodimir Zelenski. La autoridad defendió en el foro que «ahora es el momento cuando la guerra destructiva de Rusia debe y puede terminar».

En la sala estaba el ministro ruso de Relaciones Exteriores, Serguéi Lavrov, el jefe de su delegación ante la ausencia del presidente Vladimir Putin.

Después de casi nueve meses de guerra, Ucrania no solo consiguió repeler el intento de asalto inicial contra Kiev. Además, en los últimos meses, recuperó importantes extensiones de terreno, incluida la reciente reconquista de Jersón, la única capital provincial tomada por Rusia.

Con las armas retumbando en esas llanuras del este de Europa, las consecuencias del conflicto se expanden a nivel mundial. La inflación hunde a millones de hogares en la pobreza e hizo caer a varios países en recesión.

Entre los países del G20 figuran algunos de los más castigados por esta inflación, como Turquía o Argentina, donde los precios subieron un 66% y pueden llegar hasta el 100% este año.

En su discurso, Zelenski pidió a Moscú prorrogar el acuerdo forjado por Turquía y la ONU para permitir la exportación de cereales ucranianos a través del mar Negro. Esta exportación caduca el próximo sábado.

En la víspera, el secretario general de Naciones Unidas, António Guterres, aseguró que este acuerdo era «esencial para la seguridad alimentaria global».

Condena «en los términos más firmes»

Tantos países resisten a las consecuencias de la guerra. Sin embargo, Estados Unidos y sus aliados occidentales parecen haber encontrado un terreno propicio para aumentar la presión sobre Rusia desde el G20, junto a China, Sudáfrica o India.

Según un alto cargo estadounidense, los participantes pactaron un comunicado final de la cumbre en el que «la mayoría de miembros del G20 (…) condenan la guerra de Rusia en Ucrania». Además, la consideran «la raíz de un inmenso sufrimiento económico y humanitario en el mundo».

Este fuente aseguró que «la guerra de agresión de Rusia va a ser condenada en los términos más firmes posibles». Aunque no precisó la fórmula del escrito que, en teoría, debe ser aprobado por todos los miembros del G20, incluida Rusia.

En la víspera, encontraron base común en esta cuestión durante una esperada reunión bilateral para poner límites y salvaguardias a la creciente rivalidad entre las dos potencias.

Aunque en diferentes tonos, ambos dirigentes mostraron su rechazo a la guerra y, sobre todo, al uso de armas nucleares con el que Putin ha amenazado en distintas ocasiones.

En otra reunión este martes, antes del inicio de la cumbre, el presidente francés, Emmanuel Macron pidió a Xi unir fuerzas contra la guerra. El francés, uno de los pocos líderes europeos todavía en contacto con Putin, presionará al dirigente ruso para volver a la mesa de negociación.