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Italia declara estado de emergencia en isla de Isquia tras deslizamiento de tierra

Vehículos atrapados en el lodo en Casamicciola Terme, en la isla de Isquia, en el sur de Italia, el 27 de noviembre de 2022.

El gobierno italiano decretó el domingo el estado de emergencia en la isla de Isquia, frente a las costas de Nápoles (sur).

Esa medida fue asumida al día siguiente de un deslizamiento de tierra que causó al menos cuatro muertos y una decena de desaparecidos.

La prensa local anunció el domingo por la tarde que de momento se hallaron cuatro cuerpos.

Sin embargo, el balance oficial no será anunciado hasta la noche por el prefecto de Nápoles, Claudio Palomba.

Una primera ayuda de emergencia de dos millones de euros (un monto similar en dólares) fue desbloqueada, tras una reunión extraordinaria del gabinete.

Eso fue necesario para declarar el estado de emergencia, precisó el ministro de Protección Civil, Nello Musumeci.

Italia decreta a menudo el estado de emergencia, después de sismos, erupciones volcánicas o fuertes lluvias, porque prevé un proceso acelerado para movilizar fondos y medios.

Casamicciola Terme, una localidad turística de 8.000 habitantes en la isla de Isquia, ya registró un terremoto en 2017 que causó dos muertos.

A finales del siglo XIX, un sismo mucho más potente destruyó totalmente la ciudad.

En el lugar, más de 200 miembros de protección civil y fuerzas de seguridad seguían buscando a una decena de desaparecidos.

Cientos de voluntarios, con el lodo hasta las rodillas, participaban en las labores de limpieza.

En las calles de la localidad se podían ver coches y autobuses sepultados por el lodo.

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Emergencia

Una multitud de excavadoras intentaban abrirse paso entre los escombros para liberar los accesos a las casas y los comercios.

«Es una situación que nos duele, ya sólo por las personas desaparecidas bajo la montaña», dijo a la AFP Salvatore Lorini, de 45 años, un vecino de Isquia, donde nació.

«Esto es una isla y aunque no nos conocemos todos, casi es así, al menos de vista», agregó.

«La montaña descendió, hubo una devastación de tiendas, coches, un hotel… y ya se había producido hace nueve años. Ahora estoy limpiando la tienda de mi abuela», explicó.

Este corrimiento de tierra fue provocado por la ausencia de mantenimiento y prevención.

«La naturaleza es la naturaleza, hubo un terremoto, pero un poco de prevención» habría quizás salvados vidas, considera Lorini.

Este residente desea que se instale un sistema parecido al de las boyas que alertan de la llegada de un tsunami.

«Sinceramente, si pudiera, me iría de Casamicciola porque ahora me cuesta vivir aquí, incluso aunque mi casa sobrevivió a un sismo, a inundaciones», aseguró a AFP-TV Iacono Maria, de 64 años.

«Me siento cerca de la población de la isla de Isquia, afectada por una inundación. Rezo por las víctimas, por los que sufren y por todos los que intervinieron en las labores de rescate», declaró por su parte el papa Francisco tras la oración del Ángelus.

«En Isquia, hay una urbanización que ha golpeado y devastado todo el territorio», dijo a la agencia AGI Tommaso Moramarco, director del Instituto para la búsqueda y la protección hidrogeológica.

«Cuando la isla entró en el periodo del turismo de masas, el crecimiento de las infraestructuras fue exponencial, aplastando todos los elementos naturales del territorio y cubriendo todo de cemento», denunció por su parte el geólogo Mario Tozzi en las páginas de La Stampa, recordando la existencia de decenas de miles de construcciones abusivas en Isquia.

La tragedia del sábado se produce semanas después de que 11 personas murieran por las lluvias torrenciales que azotaron el centro-este de Italia.