Francia anunció este lunes un recrudecimiento en la lucha contra el contrabando de tabaco, que progresó en los últimos años, con un refuerzo de las aduanas y el despliegue de equipos capaces de escanear vehículos en un minuto.
«Es demasiado fácil comprar tabaco ilegalmente en nuestro país. Es insoportable para los estanqueros, para el respeto de nuestras normas», dijo el ministro de Cuentas Públicas, Gabriel Attal.
Francia se incautó de más de 284 toneladas de tabaco de contrabando en 2020, de 402 toneladas en 2020 y más de 600 toneladas en los diez primeros meses de 2022.
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El funcionario realizó estas declaraciones en Le Boulou, localidad situada en una importante zona de contrabando entre Francia y España, con motivo de la presentación del plan 2022-2025.
El plan prevé movilizar 300 agentes de aduanas adicionales para luchar contra el fraude y desplegar para 2024 una decena de camionetas equipadas con rayos X para escanear un vehículo en 60 segundos.
El gobierno del presidente centrista Emmanuel Macron prevé crear además grupos de lucha contra el tráfico de tabaco «capaces de realizar redadas y de investigar» en las nueve principales zonas de contrabando.
También se creará una red de «cibertabaco» para rastrear el tráfico en internet o las redes sociales y se desarrollarán herramientas de «aduanas científicas» para determinar mejor su origen y las rutas del contrabando.