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Funcionario chino admite medio millón de contagios diarios de COVID-19

Una farmacia de Pekín aparece con estantes vacíos en medio de una ola de contagios de covid-19, el 17 de diciembre de 2022. Foto: AFP.

Una farmacia de Pekín aparece con estantes vacíos en medio de una ola de contagios de covid-19, el 17 de diciembre de 2022. Foto: AFP.

Medio millón de personas se contagian a diario de COVID-19 en la ciudad china de Qingdao, informó un funcionario local de salud. Es un raro y rápidamente censurado reconocimiento de la ola de infecciones que no aparecen en las estadísticas oficiales.

China comenzó a desmantelar este mes los componentes principales de su estrategia de «cero COVID», al suprimir los confinamientos, cuarentenas y restricciones de viaje.

Los estantes de las farmacias de todo el país se están quedando vacíos, los hospitales se llenan y los crematorios y funerarias apenas dan abasto.

El fin de las pruebas obligatorias hizo imposible rastrear los contagios, ante lo cual las autoridades modificaron la definición médica de una muerte por COVID-19. Ésto, según expertos, reducirá el número de fallecimientos atribuibles al virus.

Un medio informativo operado por el Partido Comunista en Qingdao, en el este del país, citó el viernes al jefe municipal de Salud. En la información dijo que la ciudad registra «entre 490.000 y 530.000» nuevos casos diarios de COVID-19.

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«Rápida transmisión»

La localidad costera, de unos 10 millones de habitantes, enfrenta «un período de rápida transmisión y se acerca a un pico», dijo Bo Tao, citado por el medio. Adelantó que la tasa de infección se aceleraría 10% el fin de semana.

El reporte sobre Qingdao fue compartido por varios otros medios, pero pareció haber sido editado el sábado para suprimir el número de contagios.

La Comisión Nacional de Salud (CNS) china dijo el sábado que el país registró la víspera 4.103 nuevos contagios del coronavirus sin nuevas muertes.

En la provincia de Shangdong, donde está Qingdao, las autoridades reportaron oficialmente solo 31 nuevos contagios.

El gobierno chino controla los medios locales, con legiones de censores en internet que suprimen contenido considerado políticamente sensible.

La mayoría de los medios controlados por el gobierno han minimizado la severidad de la ola de contagios y más bien señalan el cambio de política como lógico y coordinado.

Pero el gobierno de la provincia oriental de Jiangxi dijo el viernes en redes sociales que el 80% de su población, unos 36 millones de personas, se podrían contagiar antes de marzo.

En las últimas dos semanas, hasta el jueves, más de 18.000 pacientes ingresaron en establecimientos sanitarios de la provincia, incluyendo casi 500 casos severos. Sin embargo no se registró ningún deceso, según el comunicado.

«Sin precedentes»

Varios indicios apuntan que el sistema sanitario está bajo presión, como el hecho de que cada funcionario regional del ramo advirtiera hace poco que lo peor está por llegar.

La ciudad industrial de Dongguan, en el sur, afirmó el viernes que, según los datos con los que cuentan, se están registrando hasta 300.0000 nuevas infecciones cada día. También añadió que esa ratio se está «acelerando cada vez más rápido».

«Muchos recursos y personal médico están haciendo frente a unos retos muy duros y a una presión muy grande, algo que no tiene precedentes». Así lo señaló un funcionario del departamento de Salud de la ciudad, de 10,5 millones de habitantes, en un comunicado.

Ese departamento también publicó un video en el que aparecen pacientes conectados a goteros, haciendo fila afuera de una clínica. También está un médico durmiendo sobre su escritorio tras encadenar largas jornadas de trabajo.

Un funcionario sanitario de Hainan afirmó el viernes que la provincia podría alcanzar su pico de infecciones «muy pronto». Entre tanto, en Shanghái (este), más de 40.000 pacientes estaban siendo tratados por «fiebre», según informó el sábado el Diario del Pueblo, de gestión estatal.

En Chongqing, una urbe de 32 millones de habitantes, las autoridades lanzaron una campaña para administrar vacunas inhalables a los habitantes. Mientras tanto, los hospitales están abarrotados de pacientes, la mayoría, ancianos con COVID-19, observaron periodistas de la AFP.