Cronología de la crisis política que conmociona a Brasil
Desde el 30 de octubre de 2022, en la elección de Lula como presidente de Brasil hasta el 14 de enero, con la detención del exminsitro de Bolsonaro, Anderson Torres.

El expresidente de Brasil, Jair Bolsonaro, en su cama de hospital en Kissimmee, Florida (sureste de EEUU), según la imagen publicada en su cuenta de Twitter @jairbolsonaro el 9 de enero de 2023. Foto_ AFP.
Esta es una cronología de la crisis que sacude a Brasil, iniciada en la elección de Lula. Y se extendió hasta las acciones judiciales que investigan la presunta implicación del expresidente de ultraderecha Jair Bolsonaro. El expresidente es acusado del asalto de las principales instituciones del país por una turbamulta.
Elección de Brasil
El 30 de octubre de 2022, el líder de la izquierda y expresidente Luiz Inácio Lula da Silva se impone por un corto margen (50,9% a 49,1%) al mandatario saliente, Jair Bolsonaro. Esta segunda vuelta estuvo marcada por fuertes tensiones.
Dos días después, manifestantes bolsonaristas que rechazan el resultado intensifican los cortes de carreteras.
Bolsonaro, cuyo mandato terminará el 1 de enero de 2023, asegura que cumplirá «todos los mandamientos» de la Constitución, sin reconocer explícitamente su derrota.
Llama también a levantar los bloqueos de las carreteras, pero explica las acciones de sus partidarios como «fruto de la indignación y un sentimiento de injusticia». A la vez, defiende las «manifestaciones pacíficas».
Una transición agitada
Bolsonaro se recluye durante semanas en su residencia oficial en Brasilia hasta que el 10 de diciembre se muestra para dialogar con un grupo de partidarios. «Llevo prácticamente 40 días en silencio. Duele, duele en el alma», les dijo.
La víspera de Navidad, la policía detiene a un hombre por colocar un explosivo en un camión de combustible cerca del aeropuerto de Brasilia. La intención fue generar «caos» y provocar «la intervención de las Fuerzas Armadas» antes de la asunción de Lula.
El 30 de diciembre, Bolsonaro viaja a Estados Unidos, dos días antes del fin de su mandato.
Investidura de Lula
El 1º de enero, Lula vuelve al poder, doce años después del fin de su último mandato y tres años. Y además, un mes después de haber pasado 580 días en la cárcel bajo acusaciones de corrupción.
La ceremonia en Brasilia, capital de Brasil, bajo un sol abrasador, se desarrolla ante centenas de miles de partidarios vestidos de rojo (color político) de Lula, y en medio de una fuerte vigilancia policial.
En su discurso inaugural, promete «reconstruir» el país sobre las «ruinas» del legado de Bolsonaro.
Asalto a las instituciones
El 8 de enero, una horda de cerca de 4.000 bolsonaristas concentrados en Brasilia invaden y saquean los edificios de la Presidencia de la República, del Congreso y de la corte suprema.
Lula denuncia una acción de «golpistas», a los que califica de «vándalos fascistas» estimulados por los «discursos» de Bolsonaro.
El líder ultraderechista, que permanece en Estados Unidos, rechaza las acusaciones «infundadas» de su sucesor y condena a su vez los «saqueos e invasiones de edificios públicos».
Las fuerzas de seguridad retoman en manos la situación, tras varias horas de caos que recuerdan a la invasión del Capitolio en Washington por partidarios de Donald Trump dos años antes.
La comunidad internacional condena los incidentes y expresa un amplio apoyo al orden constitucional encarnado por Lula.
Unas 2.000 personas son arrestadas y más de mil permanecen en detención en el marco de investigaciones para deslindar responsabilidades y complicidades en los desmanes.
Cerco judicial sobre Bolsonaro
El 11 de enero, la policía refuerza la seguridad en las principales ciudades del país, ante rumores de nuevas manifestaciones bolsonaristas.
Al día siguiente, Lula apunta a complicidades de funcionarios con los asaltantes del día 8 porque la puerta del Palacio de Planalto fue abierta para que las personas entraran. Se supo que no hubieron puertas rotas.
El 13, el gobierno confirma que la policía hizo un allanamiento a la casa del exministro de Justicia de Bolsonaro, Anderson Torres. En la acción, encontraron el borrador de un decreto presidencial que apuntaba a anular la elección de Lula.
El mismo día, la corte suprema acepta el pedido de la Fiscalía de incluir a Bolsonaro en la investigación sobre los instigadores de hechos de violencia.
Según el organismo judicial, Bolsonaro «realizó incitación pública a la práctica de un crimen» a través de las redes sociales. Además, en un video cuestiona los resultados de las elecciones, publicado el día 10 y retirado al día siguiente.
El 14, la policía de Brasil detiene al exministro Torres, por sospechas de «connivencia» con los participantes en los disturbios del día 8.
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Torres, que estaba en Estados Unidos, anunció que regresaría para probar su inocencia y fue detenido al desembarcar en el aeropuerto de Brasilia.