Activista denuncia ‘cerco mediático’ e indiferencia internacional sobre las ‘masacres’ en Perú
La activista Inés Soto señaló que los medios en Perú “desinforman”, pero resaltó la cobertura de medios internacionales y el uso de redes sociales “para contar lo que realmente está pasando en el país”.
Activista denuncia 'cerco mediático' e indiferencia internacional sobre las 'masacres' en Perú.
Imagen: PPT LA RAZÓN
La vicepresidenta del movimiento de mujeres “Todas somos Micaela”, Inés Soto, denunció un “cerco mediático” e indiferencia de organismos internacionales sobre las “masacres” en Perú.
“Hay un cerco mediático. Los peruanos nos hemos cansado de la prensa vendida, que malinforma; es una prensa que no dice la verdad”, dijo en entrevista con La Razón Radio.
Señaló que, desde que Dina Boluarte asumió la presidencia de ese país, “se destinaron 1,8 millones (soles) para medios de comunicación”, y comparó con la gestión del expresidente Pedro Castillo, “que no contrato ninguna prensa”.
Aclaró que, desde el comienzo de los conflictos en Perú, el 7 de diciembre, el número de muertos alcanzó a 63, la mayoría a bala, y más de 250 heridos de gravedad, pero los medios locales “no lo muestran así”.
“Nos están matando”, lamentó.
Agradeció el pronunciamiento de Bolivia, Chile, Colombia, México y Honduras, que condenaron la violencia ejercida por militares y policías en contra de los movilizados, que exigen la renuncia de Boluarte, la disolución del Congreso y la instalación de una Asamblea Constituyente.
Pero también dijo que los organismos internacionales llamados a hablar de ese tema “no dicen nada”.
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“Lamentablemente, no tenemos el apoyo de nadie; la OEA (Organización de Estados Americanos) y la ONU (Organización de Naciones Unidas) no se pronuncian; no dicen nada”, reclamó.
“Los peruanos estamos cansados de que una presidenta (Boluarte) usurpadora venga a querer, sin más ni más, matar gente”, complementó.
Las movilizaciones comenzaron el 7 de diciembre, tras la decisión del expresidente Pedro Castillo de cerrar el Congreso y su posterior destitución por “no tener moral para gobernar”.
Desde entonces, las movilizaciones se concentraron en el sur del país y, luego, se extendieron a la capital, Lima.
Las regiones con mayor nivel de represión estatal son Apurímac, Ayacucho y Puno, donde la intervención de las fuerzas combinadas dejó 17 fallecidos en una sola jornada.
Pero los perjuicios pasaron las fronteras, especialmente en el ámbito económico debido al bloqueo transporte internacional de mercancías.