La fiscalía de Surinam ratificó este martes su pedido de condena de 20 años de prisión para el exdictador Desi Bouterse en caso sea ratificada la sentencia en su contra por la ejecución de 15 opositores en 1982.
La fiscal general Carmen Rasam pidió además formalmente el encarcelamiento de Bouterse si es ratificada la sentencia. La solicitud no se hizo antes durante el juicio ni tampoco durante la sentencia de 2019 cuando el político ejercía como presidente.
Según la ley de Surinam, los condenados no pueden ser arrestados hasta haber agotado todos los recursos legales disponibles. Bouterse, de 77 años, ya no puede apelar.
Fue condenado a 20 años por estas muertes, que incluyeron a abogados, periodistas y empresarios, en diciembre de 1982, dos años después de hacerse con el poder a través de un golpe de Estado.
La Alta Corte de Justicia le llamó a declarar en dos oportunidades. En una de ellas admitió haber escuchado disparos la noche de las ejecuciones aunque siempre insistiendo en que no las ordenó.
Dijo en su testimonio que su plan era deportar a estas personas, acusadas de planificar un contragolpe con ayuda de la CIA.
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La defensa de Bouterse, que estuvo presente en la sesión de este martes, presentará argumentos finales el 31 de marzo y el tribunal dará a conocer su decisión en el segundo semestre del año.
Su juicio comenzó en 2007 y se extendió por 12 años hasta su condena en rebeldía en 2019, pues nunca compareció al proceso. El exmandatario logró que la justicia reconsiderara el caso en enero de 2020, pero un año después ratificó la sentencia.
El exdictador llegó al poder con 34 años, siendo un sargento mayor del Ejército. Se retiró en 1987 bajo la presión internacional, pero volvió al poder en 1990 tras un segundo golpe, esta vez sin derramamiento de sangre.
Dejó el cargo un año más tarde antes, y fue elegido presidente en 2010.
En 1999 un tribunal holandés -antiguo colonizador de Surinam- sentenció a Bouterse a 11 años de prisión en rebeldía por tráfico de cocaína, otra acusación que rechaza.