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El papa termina gira africana con misa al aire libre en Sudán del Sur

Francisco llegando a Sudán del Sur. Foto: Reuters,

Francisco llegando a Sudán del Sur. Foto: Reuters,

El papa Francisco oficiará este domingo una misa al aire libre ante miles de fieles en Juba, la capital de Sudán del Sur. Y de esta manera, pondrá fin a una gira que previamente lo llevó a República Democrática del Congo, dos países marcados por las atrocidades de la guerra.

La multitudinaria misa se celebrará en el mausoleo John Garang, así llamado en honor del dirigente independentista fallecido en 2005. Y será poco después de la firma de los acuerdos de paz que llevaron a Sudán del Sur a separarse de Sudán en 2011.

Pero a la guerra de independencia sucedió rápidamente una guerra civil, de 2013 a 2018, entre seguidores de los líderes Salva Kiir y Riek Machar. El hecho dejó 380.000 muertos y millones de desplazados.

En 2018 se firmó un acuerdo de paz, pero la violencia persiste y en diciembre la ONU contabilizaba 2,2 millones de desplazados internos.

El papa argentino, de 86 años, que llegó el viernes a Juba, urgió el sábado a los dirigentes sursudaneses a poner fin a esa espiral de odio y violencia. Francisco lo hizo para que millones de desplazados puedan «volver a vivir de manera digna».

Tras la misa dominical, el pontífice emprenderá el regreso a Roma, hacia las 07.30 locales (05.30 HB).

En el avión, ofrecerá su tradicional rueda de prensa junto a los jefes de las Iglesias de Inglaterra y Escocia, representantes de las otras dos confesiones cristianas de Sudán del Sur.

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«Que la mujer sea protegida»

Francisco abogó el sábado por la protección de las mujeres, una de las poblaciones más afectadas por la violencia en Sudán del Sur.

El santo padre pidió que la mujer «sea protegida, respetada, valorada y honrada».

Un informe encargado por la ONU y publicado en 2022 subraya que las violencias sexuales contra la población femenina en Sudán del Sur son «generalizadas y sistemáticas».

En la mañana, dio un discurso en la catedral de Santa Teresa, en presencia de 5.000 fieles, donde pidió a obispos y sacerdotes «caminar en medio del sufrimiento y las lágrimas»; y «ensuciarse las manos por la gente».

Miles de personas se desplazaron hasta Juba para escuchar al papa. El viernes, urgió a dar «un nuevo impulso» a la paz en un país donde los ejércitos personales de Salva Kiir y Riek Machar están acusados de cometer crímenes de guerra.

Naciones Unidas y la comunidad internacional acusan regularmente a los dirigentes sursudaneses de mantener el statu quo, alimentar la violencia y suprimir las libertades políticas.

En 2019, un año después de la firma del acuerdo de paz, el papa recibió a Kiir y Mashar en el Vaticano y se arrodilló para besarles los pies, suplicándoles que hicieran las paces.

El gesto, simbólico, tuvo un gran impacto en el país, sin conseguir frenar la violencia.

Sudán del Sur es la segunda y última etapa de esta tercera gira de Francisco por África subsahariana.

El periplo se inició el martes en República Democrática del Congo (RDC), donde condenó las «crueles atrocidades» perpetradas desde hace décadas por grupos armados. Éstos dejaron cientos de miles de muertos y millones de desplazados.

En su primer discurso, en Kinshasa, Francisco denunció «el colonialismo económico», que impide a la RDC «beneficiarse suficientemente de sus inmensos recursos» naturales.