Corren a paso veloz, deslizándose con completa seguridad, acompañadas de su mejor aliado, la tecnología de última generación, un dispositivo GPS altamente sofisticado, una cámara de alta resolución y un micrófono sensible, además de un auricular a través del cual pueden comunicarse con las personas atrapadas por los terremotos en Turquía.
Después de los resultados se emite una señal de audio que le dice a la rata que ha completado su tarea de la mejor manera y que hay una recompensa (comida) esperándola afuera.
Estas ratas gigantes pesan aproximadamente kilo y medio, están especializadas para hallar a gente atrapada bajo los escombros de un terremoto u otro tipo de desastres.
¿Cómo trabajan?
Gracias a su agilidad y tamaño, son capaces de entrar en los espacios más pequeños para llegar a sus víctimas, y responden a un pitido que las llaman a la base.
“Son muy buenas para sobrevivir en diferentes entornos, lo que demuestra lo adecuadas que son para las labores de búsqueda y rescate”, explicó la doctora Donna Kean, quien junto a una organización es responsable de entrenar a las ratas llamadas “heroicas”.
La principal investigadora afirmó que son tan entrañables como los perros, no son los roedores habituales que las personas asocian con la basura y las enfermedades, estas son ratas gigantes de bolsa.
Entrenamiento
Se las entrena similar a los perros en tareas de rescate, en temas de catástrofe y terremotos.
La institución no gubernamental asegura que las ratas son entrenadas en un proceso de 10 semanas, tiempo suficiente para prepararlas para un estímulo y respuesta por su inteligencia y fácil adiestramiento, además de ser sociables con sus entrenadores.
Estos roedores fueron entrenados hace 10 años atrás en Tanzania para detectar minas terrestres y para olfatear el brote de tuberculosis, ahora participarán en los rescates de las víctimas de los terremotos en Turquía.
Actualmente los rescates se llevan adelante con la ayuda de perros, pero a eso se sumarán las ratas gigantes.
Según último balance, el sismo de 7,8 que golpeó hace una semana Turquía y Siria ha dejado 35.224 muertos, con escasas perspectivas de encontrar supervivientes, de los cuales 31.643 pertenecen a Turquía y 3.581 a Siria.
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