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Desfile de heridos en Bajmut, un día ‘normal’

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Un herido evacuado de la línea del frente, en Bajmut

Junto al camino, al atardecer, un equipo médico de las fuerzas ucranianas espera, llevando guantes de látex, la llegada de blindados con heridos de la batalla de Bajmut, la más larga y sangrienta de la guerra de Ucrania.

Instalados en un pueblo cerca de la línea del frente, estos socorristas recuperan a los soldados heridos y practican medicina de emergencia como suturas, traqueotomías o drenan pulmones llenos de sangre después de un trauma. 

Los heridos son trasladados luego a clínicas rurales donde son estabilizados y más tarde hospitalizados en la ciudad más cercana, Kramatorsk, indicó AFP.  

Cuando recibe una llamada, el equipo se precipita sobre las carreteras polvorientas alrededor de Chasiv Yar, localidad que sufre permanentemente los disparos de la artillería rusa.

Ese día, después de un intercambio por walkie talkie, dos blindados llegan por turno.

Los socorristas entran en acción y descargan a cuatro heridos.  

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En Bajmut

Un hombre de cabello castaño está lívido, pero aún puede caminar. Otro, tendido en una camilla, hace muecas de dolor y al mismo tiempo la V de la victoria con sus dedos.  

En el segundo vehículo blindado, uno de los heridos no sobrevivió. Con precaución, su cuerpo es colocado en una bolsa negra.

Al lado del difunto, un soldado camina con dificultad y tiene conmoción cerebral.  

Los socorristas trasladan rápidamente a las víctimas a sus ambulancias y aceleran, dejando a veces la carretera para cortar camino a través de los campos. 

Mantener la cabeza fría

Andri, de 30 años, era un cirujano maxilofacial antes de la guerra. Se alistó en marzo de 2022, poco después del inicio de la invasión rusa de su país.  

Visiblemente conmovido por la muerte de uno de los heridos, explica que el soldado murió de una hemorragia por una herida en la pierna.

 «No lo conocía, pero era joven. La herida era muy grave», constata. «Es un día normal para nosotros.

“No es normal que el soldado haya muerto, pero todo el resto es nuestro cotidiano», continúa.  

Andri ha estado desplegado en numerosas zonas de intensos combates desde hace un año, como Lisichansk.

Esa ciudad del este que cayó a manos rusas el verano pasado, o Jersón, capital de la región que las fuerzas ucranianas liberaron en noviembre de 2022.  

Pero la batalla de Bajmut es la peor de todas, afirma.

(24/03/2023)