500 personas víctimas de la Matanza de Moura
El Alto Representante de la Política Exterior de la UE, Josep Borrell, ha exigido este martes a las autoridades de transición de Malí que lleven a cabo una investigación «independiente» e «imparcial» sobre la «injustificable» matanza de más de 500 personas en la localidad de Moura, situada en la región de Mopti (centro), en marzo de 2022.
«La UE pide a las autoridades de transición de Malí que esclarezcan estos hechos mediante una investigación judicial independiente, imparcial, eficaz y exhaustiva y que lleven ante la justicia a todos los responsables de los abusos», ha indicado en un comunicado.
En este sentido, ha puesto en valor el reciente informe de la ONU, que apunta al Ejército como responsable de la matanza, en la que también participaron mercenarios del Grupo Wagner; propiedad del oligarca ruso, Yevgeni Prigozhin, cercano al presidente de Rusia, Vladimir Putin.
El informe de Naciones Unidas, según Borrell, confirma «los múltiples abusos y violaciones de los Derechos Humanos», así como del Derecho Humanitario. «La violencia perpetrada por fuerzas del Estado y miembros del grupo Wagner contra la población civil, tal como se documenta en el informe, es injustificable», ha agregado.
DDHH
Finalmente, Borrell ha destacado que la lucha contra el terrorismo «nunca puede justificar violaciones masivas de los Derechos Humanos». «La impunidad debe ser combatida con severidad y con la máxima urgencia», ha zanjado.
La junta militar que gobierna Malí rechazó el pasado sábado el informe de Naciones Unidas; que hablaba de «firmes indicios» de la participación del Ejército en la matanza; y anunció la apertura de una investigación por espionaje contra la misión de la ONU por la obtención de imágenes de satélite sin autorización.
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Matanza de Moura
La operación militar lanzada por Bamako tuvo como objetivo el Frente de Macina, vinculado a la rama de la organización terrorista Al Qaeda en el país, y fue lanzada el 27 de marzo de 2022; cuando un helicóptero militar sobrevoló Moura antes de abrir fuego contra la población.
Tras ello, decenas de militares llegaron al lugar en otros cuatro helicópteros y rodearon a los presentes en el centro de la aldea; disparando contra los que intentaban escapar. Ante esta situación, varios miembros del grupo terrorista presentes en el lugar abrieron fuego contra los militares.
La situación derivó en unos combates que se saldaron con la muerte de cerca de 20 civiles y doce presuntos miembros del Frente de Macina. Durante los siguientes cuatro días fueron ejecutadas alrededor de 500 personas a manos del Ejército de Malí, con 238 víctimas ya identificadas.