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‘¡Aquí sí hay!’, el naciente sector privado gana espacio al estatal en Cuba

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Un negocio privado de abarrotes en La Habana

«¡Aquí sí hay!», es el nombre de una pequeña tienda recientemente abierta en Cuba, donde el naciente sector privado gana espacio al estatal.

Una explosión de pequeñas tiendas se extiende por La Habana, la expresión más visible del espacio que gana la empresa privada en Cuba. Las denominadas pymes, autorizadas recién en 2021, desplazan a los comercios estatales, cada día más vacíos.

Desde garajes con cervezas y dulces, hasta establecimientos con productos cárnicos, lácteos y abarrotes, imposibles de encontrar en otros lugares.  

Sector privado

Tras seis décadas de tener activas solamente empresas estatales, en agosto de 2021 el gobierno comunista de la isla decidió acelerar la apertura económica aprobando las pequeñas y medianas empresas (pymes).

El cambio se autorizó en medio de la peor crisis económica en tres décadas en la isla, golpeada por la pandemia y el endurecimiento de las sanciones de Washington.  

«El Bodegón 21», otra de estas tiendas privadas abrió entonces sus puertas en el céntrico barrio del Vedado con variedad de productos. Presentados de manera atractiva en estantes de madera y canastas, contrastando con los grisáceos pasillos de los mercados estatales que lucen hileras de latas iguales y refrigeradores vacíos.

«Si uno necesita algo que no lo puede comprar (en tiendas estatales), pues ellos lo tienen. íSon cosas que uno necesita!», dice a la AFP María Leonor, de 73 años, al salir con yogur del bodegón. 

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«Precios bastante elevados»

Esta trabajadora independiente sostiene que le gustaría comprar más productos, pero «los precios son bastante elevados».

Un ejemplo es la leche en polvo. Antes sólo se hallaba en el mercado negro, ahora se consigue en estos negocios privados por unos 2.000 pesos (16 dólares al cambio oficial). En un país donde el salario promedio es de 4.800 pesos (39 dólares).

Durante la pandemia de COVID-19, Omar Bouso, de 27 años, trabajaba en un restaurante que tuvo que cerrar. Desempleados, él y dos compañeros, abrieron un negocio en la cocina de una casa, antes de inaugurar el local de comida rápida que tienen actualmente y que está en vías de convertirse en una pyme.

 Encontramos un nicho de mercado para hacer algo diferente», asegura. «Rico desde Casa» ofrece un plato hawaiano que el cliente puede personalizar a su gusto con ingredientes y aderezos, y que se entrega a domicilio en un cuenco de barro, marca de la casa.  

Los emprendedores se abastecen de empresas importadoras privadas, inexistentes hasta hace poco tiempo y que no solo traen alimentos al país sino también otros insumos.

Estos comercios son el rostro más visible de las 7.800 pymes privadas existentes. Según un reporte de la ONU el 22,4% corresponde a la construcción, 19,2% a gastronomía y alojamiento (turismo), 12,2% a producción industrial de alimentos y 2,9% al comercio, entre otros.