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La juventud católica del mundo comienza a reunirse en Lisboa a la espera del Papa

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Fieles observan la imagen peregrina de Nuestra Señora a su llegada en barco a Lisboa antes de la JMJ

Las calles de Lisboa empezaron a vivir el martes al ritmo de la Jornada Mundial de la Juventud (JMJ), la víspera de la llegada del papa Francisco, que podría congregar a más de un millón de fieles católicos en la misa del domingo con la juventud católica.

La misa de apertura de la JMJ, en un gran parque de la capital portuguesa, a las 19.00 locales (14.00 en Bolivia), estará a cargo del cardinal-patriarca de la ciudad, en espera de la llegada del pontífice argentino, el miércoles por la mañana.

«Tengo mucha ilusión por ver un montón de jóvenes que se ilusionan por Cristo y comparten tu fe y la viven contigo», afirma Manuel Oliva, un estudiante español de 18 años en el centro de Lisboa, que se iba llenando de coloridos grupos de peregrinos.  

Juventud católica

Las autoridades locales prevén una afluencia de unos 300.000 fieles a este primer encuentro y de alrededor de un millón de en la misa final del domingo, que se celebrará en un antiguo vertedero situado en un barrio cercano a la capital.

El programa del 42º viaje al extranjero desde su elección en 2013 aparece particularmente cargado para el pontífice, de 86 años, con una decena de discursos. Y una veintena de actos previstos, apenas dos meses después de la operación en el abdomen que lo tuvo varios días hospitalizado. 

«Convivir y, de igual forma, conocer al papa es uno de los sueños más grandes que compartimos todos. Es una ilusión que por fin vamos a poder cumplir», afirma Fernanda Euceda, una psicóloga de 21 años llegada de Honduras, destacando su emoción por ver al primer pontífice latinoamericano.

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‘Momento especial’

Agitando banderas de sus países, los peregrinos enlazaban cánticos y saludos por la turística Lisboa. Todos ilusionados por el comienzo de una cita que toma el relevo de la edición realizada en Panamá en 2019, pero que tuvo que atrasarse un año por la pandemia.

«Va a ser extraordinario, toda esta juventud cristiana reunida. Vine para demostrar que nosotros, los cristianos, no estamos solos», cuenta Gabriel Forestier, un ingeniero de 28 años, llegado desde Francia.

La visita papal de cinco días movilizará a 16.000 efectivos de seguridad, protección civil y urgencias médicas y varias carreteras y estaciones de metro cerrarán. Además de restablecerse excepcionalmente los controles fronterizos con España.

«Es un evento único por su magnitud», afirmó el lunes el cardenal-patriarca de Lisboa y más alto prelado de la Iglesia portuguesa, Manuel Clemente. Recordó que la cantidad esperada de peregrinos supone una décima parte de la población portuguesa, de 10 millones de habitantes.

Por delante, varios días de eventos festivos, culturales y espirituales hasta el domingo. En la que se considera la mayor reunión católica mundial, que celebra en Lisboa su 16ª edición.

(01/08/2023)