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Dolor y rabia en Hawái tras incendios que dejan 80 muertos

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Unas 2.200 estructuras fueron dañadas o destruidas por el fuego en Lahaina. Foto: AFP

La rabia crecía el sábado entre los residentes de una localidad del archipiélago estadounidense de Hawái por devastadores incendios forestales que ya han dejado al menos 80 muertos, según las autoridades del condado de Maui, mientras la justicia abrió una investigación sobre el muy criticado manejo de la crisis.

 «El número de muertos asciende a 80», informó el condado de Maui en su última actualización periódica de la situación, y añadió que 1.418 personas fueron evacuadas y llevadas a refugios de emergencia.

 La Agencia Federal de Manejo de Emergencias (FEMA), informó que unas 2.200 estructuras fueron dañadas o destruidas por el fuego en Lahaina -ciudad de la costa oeste de Maui muy popular entre los turistas- donde los daños se estiman en 5.500 millones de dólares.   

Las críticas por la reacción oficial ante el desastre son cada vez más fuertes, por lo que la fiscal general de Hawái, Anne López, anunció la apertura de una investigación sobre cómo fue manejada la crisis.

 Los residentes se han quejado de que no hubo advertencias sobre el incendio, que dejó atrapada a la gente en la localidad.

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Incendios

 López dijo que emprenderá «una revisión exhaustiva de la toma de decisiones críticas y de las políticas en vigor» en la zona.   De los comercios, hoteles, edificios y restaurantes que hacían el encanto de este poblado marino de 13.000 habitantes, ya no queda casi nada.   Algunos fueron afortunados.

«No podía creerlo. Estoy muy agradecido», dijo Keith Todd a la AFP tras encontrar su casa intacta.   Otros se quejaron de la falta de advertencias. Solo contamos con el «boca a boca», declaró a la AFP William Harry, un habitante local.

 «La montaña atrás de nosotros se prendió en fuego y nadie nos dijo», reclamó Vilma Reed, de 63 años.

 Reed, cuya casa quedó destruida, dijo que habían huido de las llamas solo con lo que tenían en el auto y ahora dependían de donaciones y de la amabilidad de extraños.  

«Esta es mi casa ahora», dijo la mujer al señalar el auto en el que durmieron con su hija, su nieto y dos gatos.  

Aturdidos, los residentes de Lahaina buscaban entre los restos ennegrecidos de las casas alguna pertenencia que hubiera sobrevivido a la furia de los incendios.   «íSe llevó todo, todo! Me parte el corazón», lamentó a la AFP Anthony García, de 80 años, quien se había radicado en la ciudad hace tres décadas.

 «Subestimamos la peligrosidad y la velocidad del fuego», admitió el sábado Jill Tokuda, legisladora del Partido Demócrata por Hawái, en CNN.

 El número de muertos supera los del tsunami de 1960, que dejó 61 fallecidos en la isla de Hawái.

«Profunda tristeza»

El gobernador Josh Green calificó el incendio como «probablemente el desastre natural más grande en la historia del estado de Hawái».   Los fuegos han devastado más de 800 hectáreas en dos islas del archipiélago y han obligado a evacuar a miles de personas.

 El presidente Joe Biden declaró el estado de catástrofe natural, lo que permitirá liberar «fondos federales a disposición de los afectados en el condado de Maui», explicó la Casa Blanca.

 El papa Francisco manifestó su «profunda tristeza» por la tragedia.

 Los fuegos comenzaron en la madrugada del martes y su rápido avance puso en peligro a más de 35.000 personas en la isla de Maui, informó la Agencia de Gestión de Emergencias de Hawái.   Jeremy Greenberg, director de operaciones de FEMA, dijo que el incendio fue de un tipo «extraordinariamente difícil» de controlar.