Marsella: Francisco llama a ‘socorrer’ migrantes en el mar, ‘un deber de humanidad’
Con el mar Mediterráneo de fondo, urgió además a no resignarse a ver "seres humanos tratados como mercancía de cambio"

El Papa Francisco durante el homenaje en el monumento dedicado a los marineros y migrantes
Imagen: AFP
El papa Francisco llamó este viernes a «socorrer» a los migrantes que arriesgan su vida en el mar y llamó a los países a superar la «parálisis del miedo» y acogerlos, durante una simbólica ceremonia en Marsella (sureste de Francia).
«Deben ser socorridas las personas que, al ser abandonadas sobre las olas, corren el riesgo de ahogarse. Es un deber de humanidad, es un deber de civilización», clamó el pontífice argentino, ante un memorial a las personas desaparecidas en el mar.
Con el mar Mediterráneo de fondo, urgió además a no resignarse a ver «seres humanos tratados como mercancía de cambio» y denunció «los dramas de los naufragios, provocados por contrabandos repugnantes y por el fanatismo de la indiferencia».
«No [son cifras]. Son nombres y apellidos, son rostros e historias, son vidas rotas y sueños destrozados (…) Frente a semejante drama no sirven las palabras, sino los hechos», agregó.
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Migrantes en el mar
En un contexto de debates en Europa sobre la acogida de migrantes, el jefe de la Iglesia católica pidió así «superar la parálisis del miedo y el desinterés que condena a muerte con guantes de seda», para «cuidar de los más débiles».
Y agradeció a los miembros de oenegés que salvan migrantes, presentes en la ceremonia, pese a que en ocasiones les impiden trabajar. «Son gestos de odio», aseguró.
«Nosotros los creyentes debemos ser ejemplares en la acogida recíproca y fraterna», subrayó, al tiempo que abogó por la cohabitación entre diferentes religiones.
El pontífice de 86 años inició este viernes una visita de dos días a Marsella consagrada al Mediterráneo y al drama que viven los migrantes.
El momento más simbólico era la ceremonia en homenaje a las personas desaparecidas en el mar, a los pies de la imponente basílica de Notre Dame de la Garde (Nuestra Señora de la Guardia), coronada por una estatua de la Virgen con el niño Jesús.
El pontífice, acompañado de migrantes y líderes religiosos, debe depositar una corona de flores blancas y amarillas a los pies del memorial formado por una Cruz de Camarga, que aúna una cruz, un ancla y un corazón.
(22/09/2023)