Un grupo de presos que había tomado el martes la cárcel de Tacambú, la mayor de Paraguay, dejó en libertad a los guardias que había mantenido cautivos tras un acuerdo con las autoridades para restablecer la normalidad del penal, informó una fuente policial.
«Se restablece todo. la situación vuelve a la total normalidad. Ya se recuperaron las armas retenidas de los funcionarios. Nadie salió herido», dijo a la prensa en las afueras del penal el comisario Ever París, director general de Inteligencia y portavoz de la Policía.
Un total de 22 guardias estuvieron retenidos durante unas 15 horas desde que se inició el motín en la tarde del martes, precisó París.
Los reclusos, liderados por Javier Rotela, jefe del Clan Rotela y sindicado como el «rey del microtráfico» en el área metropolitana de Asunción, reclamaron reivindicaciones a las que habrían accedido las autoridades, a cambio de la liberación de los guardias.
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Cárcel de Paraguay
Durante el levantamiento en la cárcel de Tacambú, que alberga 3.000 presos, quemaron colchones, lo que hizo temer un incendio en el edificio principal. Pero los bomberos controlaron el fuego.
Tacumbú es el penal más antiguo de Paraguay. Se ubica en un predio de 10 hectáreas a unas quince cuadras del centro de Asunción.
La población carcelaria de Paraguay es de unas 16.000 personas distribuidas en 18 penitenciarías.
La cárcel de Tacambú registra un hacinamiento de 607%, según el criminólogo y catedrático Juan Martens.
A un sinnúmero de presidiarios los vieron en los techos del edificio principal del presidio arrojando cascotes a los antimotines al tiempo que la televisión exhibió grandes llamaradas de fuego en el interior, atizada por colchones.
Los amotinados tomaron 10 guardiacárceles de rehenes y unas 30 mujeres que pudieron haber sido retenidas al finalizar el tiempo de visitas de familiares, informaron portavoces de la policía en el lugar.
(11/10/2023)