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Tensión en Guatemala por la investidura de Arévalo como presidente

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Simpatizantes del presidente, Bernardo Arévalo, en una manifestación frente al Congreso

El socialdemócrata Bernardo Arévalo asume este domingo la presidencia de Guatemala tras meses de maniobras judiciales, pero el Congreso está entrampado en discusiones de última hora y tensión que impeden la instalación de la nueva legislatura que debe juramentarlo.  

El inicio de la ceremonia de investidura está previsto para las 21.00 GMT (17.00 en Bolivia), pero el parlamento unicameral, mayoritariamente de derecha, analiza si permitir a los diputados de Arévalo integrar una bancada como partido o declararlos «independientes».

Una comisión parlamentaria, integrada por los conservadores, revisa las credenciales de los nuevos 160 diputados, apuntando a los 23 del partido de Arévalo, Movimiento Semilla, suspendido temporalmente a petición de la Fiscalia, que lo acusa de irregularidades en su proceso de formación en 2017.

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Tensión

Esto aumentó la tensión y retrasado la instalación del nuevo Congreso, que deberá juramentar al sociólogo, exdiplomático y filósofo de 65 años. Para un mandato de cuatro años, en sesión solemne en el Teatro Nacional, en el centro de la capital.

 Arévalo, hijo del primer presidente democrático de Guatemala, pasó inesperadamente en junio a la segunda ronda presidencial con una candidata conservadora aliada del oficialismo. A quien venció cómodamente con un 60% de los votos por su mensaje anticorrupción.

 Desde entonces, Arévalo y el Movimiento Semilla han sido blanco de una ofensiva judicial que denunció como un «golpe de Estado». Detrás del que estaría la élite política y económica que por décadas ha regido los destinos del país.

 La Fiscalía intentó retirarle la inmunidad de presidente electo, desarticular su partido progresista y anular los comicios, argumentando que hubo anomalías electorales.

 La embestida, basada en casos «espurios» según Arévalo, fue condenada por la ONU, la OEA, la Unión Europea y Estados Unidos. Que sancionó a cientos de fiscales, jueces y diputados por «corrupción» y «socavar la democracia».

 Como muestra del respaldo, al traspaso de mando asisten el jefe de la diplomacia europea, Josep Borrell, delegados de Washington, el rey de España, Felipe VI, y, entre otros, los presidentes de Colombia, Chile, Honduras y Panamá.

(14/01/2024)