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Tras un año en el poder, Lula sigue a la zaga de Bolsonaro en la batalla digital

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Luiz Inácio Lula da Silva, mira un teléfono celular durante una ceremonia

Sus charlas en las redes sociales, en las que mezcla política con anécdotas personales, recuerdan las transmisiones en vivo de su rival Jair Bolsonaro. Pero tras un año en el poder, Lula no logra captar las audiencias masivas que alcanza su antecesor.

En esas conversaciones, que suele mantener con un periodista, el presidente izquierdista puede pasar de justificar la existencia de casi 40 ministerios a contar cómo se interesó por la música de Maria Bethania.

Pero nunca ha logrado el éxito de convocatoria de su rival ultraderechista.

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Un año en el poder

Un ejemplo claro: una transmisión en directo de Bolsonaro y sus hijos el domingo pasado, en medio de una investigación de la Policía Federal sobre un supuesto espionaje sobre sus enemigos políticos, ya supera los dos millones de visualizaciones en YouTube.

Son más que las de todos los episodios juntos de la serie «Conversación con el presidente», una emisión pensada para ser semanal aunque su última difusión fue el 19 de diciembre.

Y es que Luiz Inácio Lula da Silva y sus aliados no alcanzan al bando bolsonarista en interacciones online, un importante desafío de cara a las elecciones municipales de octubre.

Para el profesor de la Pontificia Universidad Católica de Rio de Janeiro Arthur Ituassu, que analiza el peso de los políticos en redes sociales, «bajo cualquier métrica, la preponderancia de la derecha radical en relación al resto de políticos brasileños en las redes sociales es bien nítida».

Los efectos de ello se pudieron ver el 8 de enero: Lula organizó una ceremonia para «recordar que hubo un intento de golpe de Estado». Cuando partidarios de Bolsonaro invadieron las sedes de los tres poderes en Brasilia, un año antes.

Sin embargo, en las redes sociales, gran parte del contenido más intercambiado negaba la naturaleza golpista de los disturbios.

El día de la conmemoración, de las 25 publicaciones más compartidas en la red X sobre el tema. Veinte procedían de cuentas de seguidores de Bolsonaro, según una encuesta de la consultora Bites para el diario O Globo.

Aciertos ‘tímidos’

Este protagonismo digital resulta crucial en Brasil, el tercer país del mundo que más utiliza redes sociales. Eso según una investigación de la firma de análisis de audiencia Comscore.

En enero, la Secretaría de Comunicación Social (Secom) hizo un llamado a empresas para ocuparse de la comunicación digital del Ejecutivo. Dispuso para ello de 197 millones de reales (unos 40 millones de dólares).

Los logros hasta ahora en este ámbito fueron «tímidos», estima Viktor Chagas. Es profesor asociado del Departamento de Estudios Culturales y Medios de Comunicación de la Universidad Federal Fluminense.

«A diferencia de lo que ocurría con los ‘live’ de Bolsonaro, Lula no utiliza estos programas para pautar a los medios y no anima a sus bases a participar en un diálogo», detalla.

Y con la salida de Flávio Dino del Ministerio de Justicia para el Supremo Tribunal Federal, el gobierno pierde un buen actor, como reconoce el ministro Paulo Pimenta, jefe de la Secom.

«En el gobierno, todos tendrán que mejorar, comprometerse más», dice a la AFP. «No tenemos un Maradona, un Pelé para poner en el lugar de Dino».

‘Censura’

Aun así, Pimenta considera que la batalla digital está «equilibrada». La derecha tiene un mayor número de activistas online con un «gran alcance». «Nosotros tenemos una red más grande con gente con menos alcance», sostiene.

Según el ministro, la fuerza de la derecha se explica en gran medida por la difusión de contenidos falsos, y atribuye a sus partidarios que las plataformas sean un «territorio de impunidad, donde la mentira, las noticias falsas y la desinformación ganan mucho terreno».

El bando bolsonarista califica las acusaciones de «censura», «persecución» e incluso «dictadura», como hizo cuando el expresidente fue inhabilitado durante ocho años por dar información falsa sobre el sistema electoral antes de las elecciones de 2022.

Pero hay otra razón para que la derecha esté ganando la batalla en las redes, coinciden los expertos: el tipo de lenguaje.

«Su mensaje se adapta mucho más a lo cotidiano y apunta más directamente al ciudadano común», razona Chagas.

«Una simplificación brutal de los problemas, de los discursos» hace que «esos mensajes sean más impactantes, movilicen más», subraya Victor Piaia, profesor de la Escuela de Comunicación, Medios e Información de la Fundación Getúlio Vargas.

En las elecciones municipales, esta movilización puede marcar la diferencia, dice Piaia: «Las redes tienen sin duda un papel central». 

(01/02/2024)