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Niños ucranianos repatriados desde Rusia son recibidos con largos abrazos

Sergiy, de 36 años, junto a sus sobrinos Zhasmin (10, izq.) y Lev (13) después de que niños ucranianos cruzaran la frontera de Bielorrusia a Ucrania. Romano PILIPEY / AFP

Once niños ucranianos, trasladados a Rusia y a los territorios ocupados durante la guerra, fueron recibidos por sus familiares con largos abrazos el martes después de cruzar la frontera desde Bielorrusia.

Se trata del cuarto grupo, y el más numeroso hasta ahora, de menores repatriados gracias a la mediación de Qatar, declara a la AFP en la frontera el mediador ucraniano, Dmitro Lubinets.

Sus familias esperaron más de seis horas en un punto de paso utilizado con fines humanitarios a que los niños emergiesen de entre las sombras para abrazarlos con fuerza.

«Estoy feliz, eso es todo», explica Oleksandr, el mayor de este grupo de menores de entre 2 y 16 años.

Con una sonrisa tímida afirma sentir «felicidad y un poco de nervios, pero por lo demás todo bien». «Mi primer pensamiento es que empieza mi nueva vida».

Su tía Viktoria, de 47 años, cuenta que la odisea del joven, oriundo de Sievierodonetsk (en el este de Ucrania), comenzó en julio de 2022, cuando el auto en el que huían fue bombardeado en la región de Lugansk, matando a su madre y a su hermano mayor.

Oleksandr, que dice que a veces sueña con su madre moribunda, necesitará apoyo psicológico, asegura.

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Niños ucranianos

Desde que comenzó la guerra en febrero de 2022, Viktoria sólo pudo hablar con su sobrino una vez por teléfono y viajó en tres ocasiones a las zonas fronterizas para intentar buscarlo.

«Parecía que nuestra situación estaba bloqueada, pero al final todo se resolvió», celebra.

El adolescente enviado a un internado público en Lugansk, ciudad ocupada del este de Ucrania, donde le quitaron su documentación «con engaños», cuenta.

Oleksandr irá a vivir a casa de su tía, en Zhimotir, cerca de Kiev. «Lo celebraremos y le enseñaremos la ciudad», planea Viktoria.

Sergiy, desarrollador informático de 36 años de Kiev, vino a recoger a sus sobrinos Lev, de 13 años, y Zhazmin, de 10, dispuesto a convertirse en padre por ellos, afirma sonriendo.

Los niños acogidos tras la muerte de sus padres por un pariente lejano cerca de Moscú, que «no tenía ninguna gana de cuidarlos» y los envió de vuelta a Mariúpol, ocupada por los rusos.

Mediación catarí

Se recibió al grupo el lunes en la embajada de Qatar en Moscú. Entre ellos, dos niños gravemente enfermos trasladados al hospital.

«Qatar es quien más nos está ayudando», explica a la AFP Dmitro Lubinets, asegurando que antes de esta mediación «veíamos que la parte rusa era reacia a llevar a cabo estos procesos. Hoy, es mucho más fácil».

Qatar, que ayudó a repatriar a 30 niños ucranianos desde julio de 2023, está dispuesto a contribuir a otros retornos, indicó a la AFP su embajador, Hadi Nasser Mansur Al Hajri.

«Estamos abiertos a todas las posibilidades: traer prisioneros de guerra o presos políticos… y los niños», declaró.

Ucrania acusa a Rusia de haber «deportado» a miles de niños desde las regiones que ocupa en su territorio.

Moscú rechaza firmemente estas acusaciones y afirma que el «reasentamiento» se realiza para asegurar su seguridad y que está dispuesto a entregarlos a sus familiares en Ucrania si así lo solicitan.

La Corte Penal Internacional emitió el año pasado órdenes de arresto contra el presidente ruso Vladimir Putin y la comisionada para los Derechos del Niño, María Lvova-Belova, por «crímenes de guerra» a raíz de esta política, una decisión que el Kremlin considera nula.