El pánico se apodera de Damasco ante el avance de los rebeldes
La ofensiva rebelde lanzada por islamistas radicales empezó el 27 de noviembre en el noroeste y se extendió en apenas 10 días a grandes ciudades
Un vehículo militar arde en Hama, Siria
Imagen: AFP
El pánico se apoderó este sábado de los habitantes de Damasco, que se precipitaron para comprar reservas de comida y medicamentos ante el avance de las fuerzas rebeldes que aseguran haber empezado a rodear la capital siria.
Las manifestaciones antigubernamentales se multiplicaron en regiones vecinas e incluso en Jaramana, un suburbio de damasco, donde jóvenes derribaron una estatua de Hafez al Asad, padre y predecesor del presidente Bashar al Asad.
«Tengo mucho miedo, por mí y por mi hija que aún no ha nacido», dijo Rania, una habitante de Damasco embarazada de ocho meses.
«Intenté encontrar medicinas esta mañana, pero no pude», contó a AFP, detallando que las farmacias ya habían cerrado.
«La situación no estaba así cuando salí esta mañana. Todo el mundo empezó a tener miedo de repente», añadió.
Un líder de las fuerzas islamistas radicales que encabezan la rebelión, Hasan Abdel Ghani, afirmó que los combatientes se encontraban a menos de 20 kilómetros de la entrada sur de la ciudad.
Revise: Rebeldes sirios dicen que rodean la capital y el gobierno lo niega
Rebeldes
El ministro del Interior, Mohamed al Rahmun, afirmó que un cordón de seguridad «muy fuerte» había sido desplegado para proteger la capital. El ejército, a su vez, anunció un refuerzo de sus líneas de defensa alrededor de la ciudad.
La ofensiva rebelde lanzada por islamistas radicales del grupo Hayat Tahrir al Sham (HTS) empezó el 27 de noviembre en el noroeste. Se extendió en apenas diez días a grandes ciudades como Alepo, en el norte, y Hama.
Los habitantes de Damasco también se precipitaron para retirar dinero de los distribuidores y el centro de la ciudad estaba paralizada por los atascos.
Los relatos de los residentes coinciden en señalar el pánico que se apoderó de la ciudad. Tres de ellos, que rehusaron dar su nombre por razones de seguridad, contaron su búsqueda de comida y remedios en tiendas y farmacias que encontraban cerradas.