El Vaticano pide que ‘callen las armas’ en Oriente Próximo
El cardenal Pietro Parolin animó a los fieles a no dejarse abrumar por las grandes dificultades de la crisis actual
Celebración con motivo de la inauguración de la iglesia del Bautismo de Jesús en al-Maghtas (Jordania)
Imagen: Vatican Media
El Secretario de Estado del Vaticano, el cardenal Pietro Parolin, ha hecho un llamamiento para que «callen las armas» en Oriente Próximo, durante la consagración de la nueva iglesia que conmemora el bautismo de Jesús en Jordania.
«Que las armas callen, que los prisioneros y rehenes queden libres, que se aplique el derecho humanitario, que los corazones de los líderes de las naciones busquen la paz y la convivencia de los pueblos», ha manifestado Parolín en su sermón de este viernes.
Vea: Israel ataca a los rebeldes hutíes de Yemen y promete perseguir a sus líderes
Oriente Próximo y el Vaticano
Además, ha animado a los fieles a no dejarse abrumar por las grandes dificultades de la crisis actual. «Me gustaría instar a todos a vivir con la confianza de que Dios dirige la historia humana, incluso si lleva signos de violencia, pecado y muerte», ha señalado durante la misa.
Igualmente, el cardenal Parolin ha enfatizado que los cristianos de la región tienen una misión especial, «ser una semilla de esperanza, una pequeña semilla rodeada de oscuridad pero que da frutos».
También ha pedido encontrar formas que permitan la coexistencia pacífica entre los pueblos. «Es importante que la comunidad internacional desempeñe su papel para que la paz y la justicia puedan convertirse en una realidad en esta región», ha añadido.
El Papa
El Papa Francisco ha abogado por una «diplomacia de la esperanza» y ha hecho un llamamiento a los diplomáticos para que dialoguen también con los interlocutores «incómodos» ante la «amenaza cada vez mayor de una guerra mundial».
«Frente a la amenaza cada vez mayor de una guerra mundial, la vocación de la diplomacia es aquella de favorecer el diálogo con todos. Incluidos los interlocutores que se consideran más ‘incómodos’ o que no se estiman legítimos para negociar.
Este es el único camino para romper las cadenas de odio y venganza que aprisionan y para desactivar las bombas del egoísmo, del orgullo y de la soberbia humana. Que son la razón de toda voluntad beligerante que destruye», ha subrayado Francisco en su mensaje.