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El salario queda fuera del diálogo con la COB

Minutos antes del encuentro que se desarrolló en el edificio de la Vicepresidencia, el ministro de Economía y Finanzas, Luis Arce Catacora, aseguró que el Gobierno está abierto a llegar a acuerdos para elaborar la nueva Ley de Pensiones y las normas laborales.

Pero fue enfático al señalar que la decisión del Ejecutivo de incrementar el salario en 5% no será revisada porque eso significaría afectar los bonos y la inversión pública, por tanto el crecimiento económico del país, por lo que la excluyó de la agenda de diálogo.

«El incremento ya ha sido definido por el Gobierno no hay ninguna negociación; estamos hablando de la Ley de Pensiones estamos amplios y dispuestos para llegar a acuerdos con la COB», dijo el ministro Arce.
Tras el encuentro, el secretario Ejecutivo de la COB, Pedro Montes, ratificó la convocatoria a la huelga indefinida.
«Ellos (el Gobierno) verán cuál es su planteamiento, cuál es su propuesta. Nosotros hemos dicho mejoramiento del incremento sin ningún porcentaje, el diálogo va decir», declaró en un despacho de ANF.

Paralelamente a la reunión entre los ministros y los dirigentes de la COB, en el Palacio de Gobierno, el vicepresidente Álvaro García se reunió con el nuevo ejecutivo de la Confederación Sindical Única de Trabajadores Campesinos de Bolivia (CSUTCB), Roberto Coarite, quien anunció que pese a que su organización está afiliada a la COB no respaldarán la huelga.

El dirigente campesino insistió en que su sector no participará de las movilizaciones convocadas por la COB en contra del incremento salarial del 5% aprobado por el Gobierno.

«Hemos sacado una resolución donde manifestamos que no somos parte de la convocatoria a la marcha de la COB, por conclusiones que nosotros somos parte de este proceso de cambio», argumentó.

Coarite indicó que la preocupación debería concentrarse en resolver el conflicto de Caranavi.

Además, el viernes, el vicepresidente García señaló que no dudaba que detrás de la demanda justa de los trabajadores estén funcionarios de la Embajada de EEUU para sacar rédito político.