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Dos policías estuvieron en el narcosecuestro

El secuestro del supuesto cabecilla de una organización del narcotráfico, William Rosales Suárez, a quien una banda de colombianos lo esperaba en el Paraguay, derivó en la ejecución de seis presuntos delincuentes, tres bolivianos y tres serbios. Dos miembros de la Policía estarían involucrados en el hecho.

Fuentes policiales informaron a La Razón que a las 16.30 del viernes un grupo de sujetos fingieron ser efectivos de la Fuerza Especial de Lucha Contra el Narcotráfico (FELCN) e improvisaron una tranca móvil cerca de San Ramón (Santa Cruz) para requisar vehículos que circulaban por ahí.

«A cargo de la operación estaría un colombiano y participó un capitán de la Policía de apellido Araujo», relató la persona entrevistada por este medio.

El objetivo era secuestrar a Rosales, de quien se pedía su cabeza en Paraguay por un grupo de narcotraficantes colombianos. «Habían solicitado 1 millón de dólares de rescate y sabemos que ya habrían cobrado 500 mil dólares», afirmó la fuente.

Luego de interceptar dos vagonetas, los ejecutores —simulando ser policías— condujeron a sus víctimas metros más adentro de la tranca que levantaron. «A cinco de ellos los maniataron dentro del vehículo y después los mataron con disparos en la cabeza. Pero antes se presume que los torturaron con golpes», aseveró el entrevistado.

Minutos después, los agresores llevaron a sus otras dos víctimas al monte, las flagelaron y finalmente las ejecutaron con el mismo procedimiento.

Uno de los cinco hombres que recibieron los disparos en la vagoneta logró sobrevivir. Juan Carlos Maraz Gutiérrez (36), de nacionalidad colombiana, recibió tres impactos de bala en el estómago. Contó a la Policía que se hizo el muerto y luego de que los agresores dejaron el lugar, levantó los cuerpos de sus amigos y los llevó hasta un punto policial de San Ramón.

Entre los fallecidos bolivianos se encontraría un policía de nombre Diego Guardia Gil (25), al que llamaban El Gato, pero la Policía no confirmó el dato oficialmente.

Maraz relató a la Policía que mientras los ejecutores llevaban a cabo su operación, identificó a una persona colombiana y también a un oficial de Policía que conversaba con los otros presuntos secuestradores.

Según la fuente, Rosales es un cabecilla de una organización peligrosa de narcotraficantes que cuenta con antecedentes. Sin embargo, la madre del secuestrado reconoció que su hijo se dedicó al tráfico de drogas en el pasado, pero actualmente trabajaba como ganadero. Asimismo, la esposa del desaparecido llegó hasta oficinas policiales y pidió a gritos que la Policía actúe para encontrarlo. «¡No es posible que no esté por ningún lado. Tienen que encontrarlo por favor!», exclamó la mujer entre lágrimas.

El abogado de Rosales, Denver Pedraza, informó que existen nombres de los posibles captores de su cliente, pero que la Policía está a cargo de la investigación.

La fuente indicó que la noche del viernes un amigo de Rosales habría recibido la llamada de un colombiano, quien le habría dicho que el secuestrado iba a ser liberado ayer, sin embargo, hasta el cierre de esta edición no hubo confirmación.

Maraz fue llevado hasta el Hospital Japonés de la ciudad de Santa Cruz. Ayer permaneció internado con un fuerte resguardo policial de al menos 20 efectivos. Se habla de otra persona que habría resultado ilesa del ataque, quien actualmente se encontraría en oficinas de la Fuerza Especial de Lucha Contra el Crimen (FELCC).

El director departamental de la fuerza anticrimen, coronel Miguel Gonzales, señaló que se»tiene información preliminar de que las personas abatidas, tres bolivianos y tres serbios, es por la disputa de tierras y tráfico de cocaína, en el que también estaría involucrado un ex policía», según la agencia ABI.

Los cuerpos sin vida de las seis personas acribilladas fueron trasladados a la morgue de la ciudad de Santa Cruz.

Se improvisó un cuarto para depositarlos. Horas más tarde se procedió a la autopsia de ley y se determinó que perdieron la vida por traumatismo encéfalo craneal luego de recibir impactos de bala en la cabeza.

Las víctimas y otros detalles

Los fallecidos son Pedrag Sertfko (37), Mauricio Méndez Santistevan (26), Rafael Douglas Cuéllar Loras (31), Diego Guardia Gil (25) y dos hombres serbios no identificados.

Efectivos policiales hallaron una vagoneta de lujo cerca del lugar del crimen en cuyo interior estaba un uniforme policial y también proyectiles de un arma 9 milímetros.