– ¿Cuál su evaluación de la evolución de la agenda bilateral?
– Cuando llegamos (2008) a Santiago ya había una agenda clara entre Bolivia y Chile. Interactuamos con instituciones políticas y económicas chilenas para demostrar que había un problema con Bolivia; el mar. Uno de los mensajes que dimos y posicionamos fue el que nosotros hemos adoptado una nueva política, más que reivindicacionista del territorio, de reintegración marítima.
-¿Qué implicó este planteamiento?
-Partiendo de esa posición, yo decía en todas las instituciones chilenas, unos se molestaban y otros lo aceptaban: ustedes también tienen que cambiar su política tradicional de ser conquistadores de Sudamérica; eso se acabó. Esto lo he hablado, en esos términos, con la presidenta de Chile (Michelle Bachelet), con el Canciller y con los presidentes del Senado y de Diputados, de ese entonces. Les decía que tenemos que trabajar en los intereses comunes, y el de Bolivia es la reintegración. ¿Cuál es el interés de Chile?, siempre se habla de que es el gas y el agua, pero —les decía— ustedes saben que eso no es así. El tema del gas lo están solucionando a tal punto que incluso podrían vender a Argentina, y trabajan en resolver su problemática del agua, por ello nuestros recursos son importantes para Chile, pero no vitales o de vida o muerte. Ahora tienen otras dos prioridades y son el convertirse en el centro financiero y de prestación de servicios de la región. Y, si no tienen una buena relación con Bolivia, no van a constituirse en centro financiero, ni distribuidor de servicios porque para llegar a su principal mercado, Brasil, tiene que hacerlo a través de Bolivia. Esto lo he hablado con la Presidenta (Bachelet) y con todo el mundo; han reconocido que esos dos temas son los grandes intereses de Chile. Por consiguiente, les decía, si ustedes no trabajan en la reintegración marítima, no van a tener buenas relaciones con nosotros. Creo que lo han entendido, trabajamos en esa dirección y se avanzó mucho en la reintegración marítima.
-Ahora, ¿la línea de negociación es la reintegración y no la reivindicación marítima?
– En negociaciones tenemos que ser claros, por negociaciones no vamos a recuperar el territorio, pero puede darse condiciones en el futuro, que no voy a mencionar. Por negociaciones podemos conseguir una reintegración marítima plena.
-¿Qué podemos entender por reintegración?
– En términos generales implica hacer uso amplio del mar…como lo tiene Uruguay, como lo tiene Argentina, queremos tener el mar en esas mismas condiciones; eso es la reintegración.
– El término en debate en este proceso, ¿es soberanía?
– No quiero tocar ese tema, simplemente quiero hablar de reintegración marítima.
– Otro tema bilateral, es el Silala ¿qué avances hay?
– Chile se compromete a pagar inicialmente 50 por ciento (del uso de las aguas) y el resto va a salir de un estudio. Yo creo que podemos llegar a 75 por ciento de pago. Aunque el preacuerdo dice que se va a revisar la parte histórica (pago histórico); esa negociación puede durar un siglo, todo el mundo lo sabe, porque Chile, como Estado no ha ocupado esas aguas. Evidentemente que el Estado va a ser firme en trabajar en eso (pago histórico). Los bolivianos, tenemos que ser prácticos y dejar de lamentarnos. El tema de reintegración ningún presidente quería tocarlo, porque eso quema la mano. El presidente (Evo Morales) ha tenido la fortaleza moral e intelectual para decir esto va, creo que estamos en buen camino. También tenemos que ir trabajando con los bolivianos, porque si le quitas la palabra soberanía, se cae el mundo, ¿pero si tienes todas las condiciones qué te van a dar la soberanía?, si van a estar tus leyes, tu bandera. Va a ser difícil para Chile ceder soberanía porque su Constitución le prohíbe, tendría que modificar su Constitución, aunque estamos trabajando en ese sentido. Pongo una hipótesis: si vives en una casa, aunque no tengas el título, pero vives ahí, eres dueño, nadie te puede sacar y eres dueño por 100 años, ¿cuál es tu problema?