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Movimientos intentan distinguirse del Gobierno

Movimientos sociales buscan recuperar la ‘independencia’ ante el Ejecutivo, coinciden dirigentes y ex representantes que consideran que hay una subordinación de los sectores al Gobierno de Evo Morales, lo que está ocasionando malestar.

El proceso de «independencia» nace desde las bases e impulsa a la dirigencia a buscar el cambio. Algunos ex representantes de organizaciones sociales han decidido recobrar el liderazgo para conseguir este objetivo.
El dirigente de la Central Obrera Boliviana (COB) Felipe Machaca reconoce que hay un descontento de las bases, lo que ha repercutido en un alejamiento con el Gobierno debido a que «no se está cumpliendo con las demandas de los trabajadores».

Debido a la situación, Machaca considera que el Gobierno debería atender los pedidos de los sectores, ya que si no lo hace «se irán alejando sistemáticamente, tanto en el área rural como en la ciudad». 
«Este alejamiento podría ser permanente, porque siempre éstas han querido el bien de los trabajadores, puede ser que la burocracia sindical esté contenta y satisfecha con cualquier situación, pero las bases sufren hambre, miseria y desocupación total». 

Machaca denunció que parte de la agrupación sindical a la que pertenece se alió al MAS. «Hay que fortalecer la lucha del movimiento obrero, aunque hayan dirigentes burócratas aliados al Gobierno».

De forma coincidente se refiere el secretario ejecutivo de la Central Obrera Departamental (COD) de Oruro, Jaime Solares, quien admitió a este medio que existe actualmente una ruptura sindical dentro de la COB y acusó a «algunos dirigentes» de estar sometidos al proyecto oficialista.

«Hay división en la COB a nivel nacional; existen los que quieren seguir con pegas en el Gobierno o ser senadores, y los que queremos que este proceso de cambio se consolide. Vemos la necesidad de una independencia en la COB», señaló Jaime Solares.

El ex candidato e ideólogo masista y disidente Félix Patzi coincide con Machaca y Solares e indica que hay  un resquebrajamiento, «aunque no fatal todavía».

«Creo que en las bases hay un cierto desencanto (…) Este resquebrajamiento está dividiendo a las organizaciones entre sí. Además, hay una fricción entre las bases y los dirigentes, las bases que van reclamando la independencia sindical y a partir de esto plantear demandas estructurales». 

Celestino Laura, dirigente de la Central Obrera Departamental de La Paz, reconoce también que hay «cierto descontento» y si bien acusa al Gobierno de buscar dividir al movimiento, impulsando diálogos sectoriales, considera que no hay un alejamiento con el Ejecutivo.

«El Gobierno debería dialogar con todos los trabajadores en conjunto», sugiere Laura.
La atención a las demandas sería la solución, comenta el ex dirigente cobista Rufo Rivera.  «Si realmente el Gobierno no cumple con los convenios, va a ser muy grave y se podría causar cierto descontento y  frustración».
En representación del sector campesino e indígena, los ex dirigentes Felipe Quispe (El Mallku), Rufo Calle y Marcial

Fabricano anunciaron que intentan, por separado, volver a la conducción de este sector.
Los dos primeros buscan retornar a comandar la Confederación Sindical Única de Trabajadores Campesinos de Bolivia (CSUTCB) y el último trabaja para liderar un movimiento campesino-indígena en el oriente.
«Está claro que el Gobierno traicionó al campesino, por esa razón es necesario volver a la CSUTCB para recuperar nuestros ideales, aquella visión que los actuales dirigentes subordinados a Evo (Morales) han dejado que se pisotee», aseveró Quispe, quien fue ejecutivo de la Confederación en la gestión 1996-1998.
El ex dirigente de la CSUTCB Rufo Calle, manifestó su intención de retornar a la dirigencia campesina con la vocación de «recuperar el proceso de cambio». «Debemos consolidar un proyecto para recuperar la lucha de los movimientos sociales. Los actuales dirigentes están sometidos a Evo Morales, caso Isaac Ávalos (ex secretario ejecutivo de la CSUTCB y actual senador masista)», aseguró Calle.

El líder indígena del oriente Marcial Fabricano señaló que es necesario «independizar» a los movimientos sociales del partido oficialista.

«Es necesario un cambio. Las recientes protestas demuestran que hay una división en los movimientos sociales, uno que quiere independizarse y otro que piensa seguir con cuotas de poder en el gobierno de (Evo) Morales», subrayó.

Junto a otros líderes indígenas del oriente, Fabricano dijo que elabora un proyecto para conformar un movimiento alternativo. 

Trabajadores de la educación y fabriles realizan medidas de presión rechazando el incremento salarial del cinco por ciento, entre otros puntos.

Esos sectores calificaron de traidor al secretario ejecutivo de la COB, Pedro Montes, por firmar con el Ejecutivo dos acuerdos el martes 11; el primero referido a incremento salarial ofrecido por el Ejecutivo de Morales y el segundo, por la aceptación de una reforma a la ley de pensiones.

Al respecto, la dirigente de las mujeres campesinas «Bartolina Sisa» y aliadas al MAS, Leonilda Zurita, denunció que existen «infiltrados» en los movimientos sociales que intentan desestabilizar al partido oficialista.
«En estas movilizaciones existen infiltrados de la derecha. En cambio, hay compañeros que agradecen a este proceso de cambio. No existe división, todo sector social es independiente y apoya este proceso».

Los últimos días, el ex secretario ejecutivo del Magisterio Urbano de La Paz, José Luis Álvarez, coincidió en «estructurar» una alternativa social a los movimientos afines al MAS.

Álvarez, miembro del Comité de Conflicto, denunció además que hay «ex dirigentes que buscan algún puesto dentro del Gobierno».

Dirigentes y luego senadores

– Hay dirigentes de movimientos sociales que acabaron como senadores o funcionarios públicos del Gobierno de Evo Morales. Isaac Ávalos, ex líder de la CSUTCB, es senador, al igual que Fidel Surco quien representa a los colonizadores. En Cochabamba, el senador Julio Salazar es dirigente cocalero y Félix Martínez, de los colonizadores, es senador suplente. 


Félix Patzi identifica a cuatro sectores descontentos

– El ideólogo masista y disidente de este partido Félix Patzi identifica a cuatro sectores descontentos con el Gobierno: fabriles, maestros urbanos, campesinos y colonizadores. «Son las bases las que están desencantadas, porque si bien el Gobierno puede que logre comprar al dirigente, las bases están muy molestas». Agregó que existen factores que no permiten que el dirigente se desligue del Ejecutivo.  «A partir del 2006, la dirigencia sindical ha sido muy cooptada, como nunca en la historia». Comentó que los campesinos aún respaldan al Gobierno debido a que sus dirigentes siguen alineados. «Ellos no van a convocar a ningún tipo de movilización».

FRANKLIN PAREJA ALIAGA

‘Acá hay una fuerte lucha de poder’

El común denominador de los movimientos sociales se caracteriza porque todos manifiestan estar en la línea del proceso de cambio. Otro común denominador es que no cuestionan la figura del presidente Evo Morales Ayma; por lo tanto, las contradicciones que se presentan no son contra el proceso de cambio ni contra el Mandatario boliviano.
Las divergencias parten de otra naturaleza. Existen divergencias de tipo conceptual en relación a quién es el auténtico en el proceso de la revolución, quién verdaderamente tiene tradición sindical, laboral o gremial.
Entonces, existe un cuestionamiento entre las organizaciones y los movimientos sociales, hay un cuestionamiento entre la legitimidad de los liderazgos existentes; éste es un fenómeno que se irá profundizando, ya que está claro que no hay una coincidencia ideológica y programática entre los sectores sociales, lo que hay es una coincidencia en el proceso de cambio y en el liderazgo de Evo Morales. 
Debido a eso, el presidente Morales es un factor de cohesión, si la figura del Mandatario se debilitara, la situación sería mucho más caótica, porque ahí se entraría en una confrontación directa entre los sectores sociales. Lo que vemos actualmente es insatisfacción por las expectativas incumplidas, pero el trasfondo es que existe una lucha de poder muy fuerte.
La democracia se tiene que cimentar en diferentes visiones y posiciones políticas, con lo cual esa figura monolítica de un solo partido político no le hace bien a la democracia. El surgimiento de otras posiciones hace bien a la democracia y muestra diferentes percepciones de lo que es el proceso de cambio.   

Franklin Pareja Aliaga
es politólogo.