Araujo va a prisión y Pedraza está en la mira
Defensa. El ex capitán dice que es inocente y acusa a los Rosales
La justicia remitió a celdas policiales al ex capitán Orlando Araujo, acusado de ser uno de los sicarios que mató a seis personas en San Ramón, y la Fiscalía apunta al abogado Denver Pedraza, quien resultó ser primo del secuestrado William Rosales.
Araujo fue detenido el sábado en la población fronteriza de Puerto Suárez. Ayer fue llevado a audiencia de medidas cautelares, donde aseguró su inocencia y acusó a los Rosales de pretender involucrarlo en el caso.
Tras concluida la audiencia, en breve contacto con la prensa, denunció que la familia Rosales busca involucrarlo, pues el 2009 reveló que William Rosales ordenó plagiar a David Céspedes, de quien hasta el momento no se conoce su paradero.
«Le dije a la familia de David Céspedes que William Rosales lo hizo secuestrar, en este caso no se trata de un robo de vehículos, se trata de poder, de narcotráfico, de gente sumamente pesada», reveló Araujo.
La hija de Céspedes, Lilian, corroboró la denuncia y recordó que en ese entonces Pedraza, quien resultó parte de la familia Rosales, se ofreció como abogado de la familia y direccionó la investigación de tal manera que no se dé con los autores.
La defensa de Araujo, Víctor Camacho, aseguró que lo sucedido el 14 de mayo en San Ramón está motivado por el control del dinero de Rosales.
«¿Con quién se quedan todos los millones de este hombre?, que se gasta 50 mil dólares en guardaespaldas (serbios); entonces, hay mucho poder económico», cuestionó el jurista.
El fiscal Ruddy Parada informó que el caso es complejo y no descartó se investigue a Pedraza, quien el 2007 fue destituido, por corrupción, de la Dirección de Registro, Control y Administración de Bienes Incautados (Dircabi) cruceña.
«Todos están dentro de la investigación», respondió Parada cuando se le consultó si investigarán al primo de Rosales. «Conforme sea necesario, muchas personas van a prestar declaraciones», dijo haciendo alusión a una citación de Pedraza.
Araujo, junto a los involucrados teniente Dagner Paz, Dagoberto Burgos, Édgar Suárez y el colombiano Jahir Repizo, fue remitido a celdas policiales y no al penal de Palmasola, porque su vida correría peligro en la cárcel.
Fue un narco y matón
«William Rosales es un narcotraficante y uno de los grandes matones», aseguró el ex capitán de Policía Orlando Araujo, poco después de la audiencia judicial en la que se decidió su detención preventiva.
«¿Es una persona intocable?, buscan un chivo expiatorio para que quede libre su gente, ¿acaso la familia no planificó esto? No tengo nada que ver en esa desaparición», aseguró insistentemente el ex capitán.
Araujo fue acusado por cuatro sobrevivientes de los hechos de San Ramón, como uno de los sicarios que secuestró a Rosales y ejecutó a seis de sus guardaespaldas, entre ellos tres bolivianos y tres serbios.
El ex oficial de Policía fue detenido el sábado en la fronteriza población de Puerto Suárez.
Negó que haya intentado huir, porque no participó de los hechos de San Ramón. «Cuando uno quiere huir, lo hace», manifestó.
Investigan presencia de serbios en Bolivia
El comandante de la Policía, general Óscar Nina, informó que cruzan información con Migración para establecer el número de ciudadanos serbios que se encuentran en el país y su objeto migratorio.
La investigación es consecuencia de los hechos de sangre del 14 de mayo en San Ramón, donde fue secuestrado William Rosales y se eliminó a seis de sus guardaespaldas, entre ellos tres serbios.
«Se está cruzando información con Migración para saber con qué objetivo vinieron ciudadanos serbios al país», reiteró la autoridad policial consultada sobre informes en torno a la presencia de serbios.
Desde Belgrado se informó el 19 de mayo que Bojan Bakula, Sasa Turcinovic y Predrag Cankovic llegaron a Bolivia por recomendación de un jefe mafioso, para dar protección a un cabecilla del narcotráfico.
«No sé si es un caso aislado o hay más personas serbias», sostuvo Nina, quien evitó referirse al curso de la investigación sobre el secuestro y el asesinato en San Ramón, donde están involucrados ex policías.
La Policía activó el mecanismo de uniformados infiltrados para detectar hechos de corrupción en la institución.
«Eso permite una tranquilidad absoluta dentro de la Policía. Estamos investigando cualquier sospecha sobre algún policía involucrado en temas de narcotráfico o delincuencia común».