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Indígenas torturan y linchan a cuatro policías en Potosí

Un grupo de indígenas de etnias aimaras y quechuas de Potosí, pueblo del occidente andino de Bolivia, torturó y linchó a cuatro policías, cuyos cuerpos no han podido ser rescatados porque hay 10.000 personas movilizadas para impedirlo, informaron hoy fuentes oficiales.

El jefe de la Policía del departamento de Potosí, coronel Orlando Ávila, declaró a Efe por teléfono desde Llallagua, localidad cercana a Uncía, donde se produjo el linchamiento, que la muerte de los agentes «está confirmada, pero no se saben las causas».

Se trata de una región del norte de Potosí, a 341 kilómetros al sur de La Paz, habitada por cinco comunidades indígenas conocidas como «Ayllus (clanes) Guerreros» porque tienen viejas armas y ya en otras ocasiones se han enfrentado por disputas de tierras, incluso entre ellos.

Según Ávila, para la Policía es «imposible» entrar hoy a Uncía porque hay 10.000 personas movilizadas en los cerros para impedirlo.

Agregó que para las próximas horas se espera que unas 20.000 realicen una marcha de protesta contra la Policía.

Ávila dijo que está a la espera de poder reunirse con los jefes de las comunidades indígenas para comenzar una investigación sobre el linchamiento, que se produjo entre el domingo y el lunes pasado.

En La Paz, el viceministro de Seguridad Ciudadana, general Miguel Vázquez, explicó que ninguna autoridad pudo entrar a Uncía para ver los cadáveres de los agentes, pero que hay informes de otras fuentes sobre las torturas, el linchamiento y el entierro de los cuerpos en diferentes pueblos de la región.

Los policías asesinados eran miembros de la Dirección de Prevención de Robo de Vehículos (DIPROVE) del departamento vecino de Oruro y, según algunas versiones, buscaban vehículos robados en el norte potosino.

Sin embargo, también hay versiones de la prensa boliviana en el sentido de que los policías extorsionaban a supuestos contrabandistas de vehículos, mientras otras indican que los indígenas confundieron a los agentes con delincuentes.

Según Vázquez, la prioridad para el Gobierno es «pacificar» y «tranquilizar» a la población de Uncía, de donde hoy ha salido la unidad policial que allí había para evitar más conflictos.

Los choques armados entre los «Ayllus Guerreros» de Potosí causaron 57 muertes entre 2000 y 2001, más de medio millar entre 1970 y 1990, y hay datos oficiales que elevan a 10.000 las víctimas desde 1830.