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Reactivan el Comité de Frontera para afianzar lucha antidroga

Bolivia y Brasil reactivarán el Comité de Fronteras para afianzar  la seguridad, que involucra temas como el narcotráfico y los derechos humanos en Puerto Suárez, provincia Germán Busch, y Corumbá, en el estado brasileño de Mato Grosso do Sul.

El cónsul de Bolivia en Corumbá, Juan Carlos Mérida, informó a La Razón que el Comité, que coordinará acciones con el consulado de Brasil en Puerto Suárez, busca crear un espacio para analizar de forma conjunta temas de seguridad, turismo, libre tránsito de personas y derechos humanos.

«Ésta es una zona tradicional de delitos como el narcotráfico, el contrabando, el robo de vehículos, y otros, que requieren de soluciones inmediatas. Nos preocupa el exceso y abuso de autoridades de mandos medios, tanto de Bolivia y Brasil que requiere atención», declaró la autoridad diplomática, quien explicó que a esa problemática responde la reactivación del  Comité de Fronteras, que se puso en marcha hace 13 años.

Fuentes policiales dan cuenta que en la provincia Germán Busch y Mato Grosso, que comparten una frontera común de 1.000 kilómetros, se incrementó el tráfico de cocaína y robo de autos, según reportóla agencia DPA.

El subgobernador de la provincia Germán Busch, Sebastián Hurtado, reveló que es importante coordinar acciones para evitar que aumente la delincuencia común en ambos países.

La Fuerza Especial de Lucha Contra el Narcotráfico (FELCN) también expresó preocupación por el aumento del tráfico de cocaína en esa frontera común.

«(Es en ese marco) que estamos queriendo reactivar el Comité para crear un espacio de diálogo y coordinar operaciones. Pero, sobre todo, queremos que se respeten los derechos humanos (de las personas involucradas)», explicó el cónsul boliviano.

Mérida declaró que el 90 por ciento de los detenidos (102 varones y mujeres) en las cárceles de Corumbá, son bolivianos involucrados en tráfico de drogas.

Reportes de medios de comunicación de la frontera, dan cuenta de que el mercado de la droga se ha abierto demasiado, que no sólo se trafica para consumo interno, sino para traficar a otros continentes sobre todo el africano y europeo. También dan cuenta de que en Puerto Busch y poblaciones vecinas se asienta la ilícita actividad.