Icono del sitio La Razón

La Iglesia teme por la hegemonía, el narcotráfico y la corrupción

La Iglesia aplaudió el proceso de cambio que vive el país, pero advirtió que está amenazado por la tentación de imponer un pensamiento único, por la justicia que se supedita a los intereses políticos y el crecimiento del narcotráfico y la corrupción.

La advertencia fue expresada en un mensaje a la nación emitido por la Conferencia Episcopal de Bolivia (CEB) con motivo de celebrarse 185 años de fundación del Estado.

En el documento, los obispos de Bolivia recuerdan que la Iglesia fue protagonista en el proceso de construcción del país y defienden el avance de la igualdad en la construcción de la sociedad, «sin marginaciones ni exclusiones, ni antiguas ni nuevas».

«Sin duda el presente momento histórico está  cargado de proyectos y deseos de construir una sociedad más equitativa, con signos alentadores, como el reconocimiento de la diversidad y la riqueza cultural de nuestros pueblos y el justo proceso de inclusión de los hermanos indígenas», agrega, antes de enumerar las principales amenazas que enfrenta este proceso que —advierte— «pueden dejar sin efecto todo lo positivo que este momento peculiar puede traernos».
Entre ellas menciona el temor por las ideas diferentes y la tentación por proyectos hegemónicos.

«La verdad y la justicia se imponen por su misma fuerza interna. No hay que temer a las ideas diferentes. No podemos caer en la tentación del pensamiento único, excluyente del diálogo, que impone, amedrenta, criminaliza y  rehúye la riqueza de la confrontación de ideas diferentes, base de toda democracia madura. Esta actitud siembra un clima de desconfianza y miedo, que impide la libre expresión de las personas, la construcción de un modelo de sociedad consensuado y la convivencia justa y pacífica», señala el comunicado leído por el secretario general de la CEB, monseñor Óscar Aparicio.

La Iglesia advierte además que «la justicia que, en muchas ocasiones, ha sido en nuestra patria un instrumento al servicio del  poder económico y por eso está tan desacreditada en especial entre los más pobres, actualmente está cayendo en el peligro de supeditarse a intereses políticos, de forma que sigue creando  desconfianza».

Flagelos. La Iglesia boliviana considera que otro de los factores que pone en riesgo el avance del proceso de transformaciones y afecta al país es la creciente actividad del narcotráfico y la corrupción.

«Constatamos con honda preocupación que los flagelos de la corrupción y del narcotráfico, actividades radicalmente insolidarias y criminales, en las que están involucrados también cárteles internacionales, continúan creciendo en el país y está creando una cultura de muerte», señala el comunicado del clero.

Agrega que «aumenta el número de nuestros jóvenes y adolescentes bolivianos  que son víctimas de esta lacra social que es la droga» y sugiere que «ante la envergadura e implicación de este fenómeno hace falta una reacción de toda la sociedad y particularmente de las autoridades, para contrarrestar su expansión e impulsar la cultura de la vida».

El último informe de la Oficina de las Naciones Unidas contra la Droga y el Delito (UNODC) indica que el negocio del narcotráfico mueve 72.000 millones de dólares en el mundo cada año y 500 millones en Bolivia.

En el marco de este año, la Junta Internacional de Fiscalización de Estupefacientes, adscrita a la Organización de las Naciones Unidas, observó que la superficie de plantaciones de coca en Bolivia se duplicó entre los años 2000 y 2008, mientras que la producción de cocaína en el país creció en un 13%.

El fin no justifica los medios

«La primacía de la persona humana y el bien común son los principios básicos que tienen que guiar el accionar público y privado, y están por encima de las ideologías. Nada puede justificar la violación del derecho a la vida y a la libertad de las personas. El fin, por noble que sea, no justifica los medios, si éstos son injustos», señala la CEB.

Respeto a la igualdad

«El reconocimiento de las diferencias culturales no nos debe hacer perder de vista la igualdad fundamental de todos los bolivianos en cuanto seres humanos, ‘creados a imagen y semejanza de Dios’, ni tampoco los valores comunes», agrega la Iglesia.

Eugenio Rojas: ‘La Iglesia siempre fue de derecha’
«Aunque hayan políticas duras, el narcotráfico y la corrupción seguirán existiendo, aunque con este Gobierno se nota que se redujo considerablemente. Pero hay que recordar que la Iglesia siempre tuvo sus lados políticos, siempre estuvo con la derecha, aunque ahora se calmó un poco. Cuando la Iglesia estaba con el MNR recibía gastos reservados y éramos subcampeones de la corrupción».

Mauricio Muñoz: ‘La Iglesia muestra la verdad’
«Es un secreto a voces. La Iglesia muestra la verdad cuando comunica que con el Gobierno creció el narcotráfico y la corrupción. Es fácil recordar, por ejemplo, el caso de Santos Ramírez, un ejemplo de corrupción. Sobre el narcotráfico, hasta hubo posiciones en Brasil, como el candidato José Serra, que decía que Bolivia es proveedor de cocaína. Lo peor es que estos males no se están combatiendo».