Entre las debilidades de su gestión, el presidente Evo Morales mencionó la actitud de algunos dirigentes regionales y sindicales que buscan «exprimir al Estado» y anteponen sus demandas sectoriales a las nacionales.
«Lamentablemente, yo veo que algunos dirigentes de los movimientos sociales y algunos dirigentes regionales tienen la mentalidad de seguir exprimiendo al Estado (…). No les interesa la patria, no les interesa el pueblo boliviano; primero es su sector y su región», dijo.
Al momento, el Gobierno enfrenta dos grandes conflictos sociales: el paro y bloqueo promovido por cívicos de Potosí, y el rechazo de gremiales a la nueva norma aduanera.
Costumbre. Morales halló una explicación a ese comportamiento señalando que «en tantos años, 180, los dirigentes se acostumbraron a pelear porque la plata no se vaya a pocas familias y venga a todo el pueblo boliviano».
En ese sentido, reconoció que «hacer cambiar a ese dirigente cívico, sindical, de regiones y de sectores cuesta, porque todavía no asumen su responsabilidad (de que) primero es la patria, primero es Bolivia, después —por supuesto— las reivindicaciones sectoriales y de regiones».