En los últimos 45 días, la Policía desbarató tres bandas chileno-bolivianas que, haciéndose pasar por policías, interceptaban vehículos que ingresaban de contrabando a Bolivia para luego robarlos. 13 chilenos y cuatro bolivianos fueron detenidos.
El comandante de la Policía de Potosí, coronel Mario Hinojosa, informó de que las bandas delictivas operaban en rutas secundarias y fronterizas con Chile. Estas rutas son empleadas por los denominados «chuteros» para internar vehículos de contrabando.
El 3 de agosto, la Policía desbarató la primera red criminal de nueve personas, de las cuales seis son chilenas y tres bolivianas. Los delincuentes usaban uniformes de la Policía y del Control Operativo Aduanero (COA) para interceptar a sus víctimas.
«Utilizaban vehículos con destelladores, armas, chalecos e identificación falsa de policías. En este caso hay nueve aprehendidos, dos vehículos detenidos (con los que operaban los delincuentes) y tres motorizados recuperados», explicó el comandante de la Policía en Uyuni, mayor Iván Rojas.
Un segundo operativo desbarató a otra banda integrada por cuatro chilenos, mientras que en un tercer operativo se detuvo, en la zona de Llica, a tres chilenos y un boliviano que internaban un vehículo robado a un «chutero».
Los delincuentes operan en la zona fronteriza de Llica, el Salar de Coipasa y Pisiga. Una vez sometida la víctima, la enmanillaban y trasladaban hacia lugares alejados para abandonarla.
La Policía reforzará la vigilancia en frontera
Los operativos y desactivación de las tres bandas delictivas muestran que persiste la internación de vehículos «chutos» o indocumentados a Bolivia, por lo que la Policía reforzó su presencia en las zonas de frontera.
El comandante de la Policía de Uyuni, mayor Iván Rojas, evitó referirse al tema de contrabando, aunque explicó que los dos vehículos recuperados de manos de los delincuentes aún tenían el volante a la derecha.
La Policía de Potosí solicitó a la Interpol (Policía Internacional) informes sobre los antecedentes de los 13 chilenos detenidos para conocer si tenían contactos con bandas delictivas en Chile. Los informes permitirán establecer el nivel de estructura de las organizaciones delictivas que operaban en la zona.